Lo desvela un inspector de Policía
Raymond Nakachian nunca perdonó a su hijo que secuestraran a Melodie: "Te tenías que haber inmolado allí, no se la podían llevar"
El inspector de Policía de Estepona Ignacio Díaz destaca que nunca Raymond Nakachian nunca perdonó a su hijo que no hiciera nada más por evitar el secuestro de Melodie y desvela qué le dijo.
Raymond y Kimera tuvieron dos hijos en común: Melodie y su hermano pequeño Amir. Además, Nakachian tenía cuatro hijos más de parejas anteriores, tres chicas y un varón, Raymond. El 9 de noviembre de 1987, cuando Raymond, el hijo mayor, llevaba en su BMW rojo a Melodie al colegio junto a su esposa Deborah y la hija de Deborah y Raymond, una furgoneta con unos encapuchados con escopetas detuvo el vehículo y se llevó a la pequeña a la fuerza. El pequeño Amir se encontraba mal el día del secuestro y no iba en el coche, una casualidad que le salvó.
En una llamada al padre los secuestradores preguntan una nota de la que nadie sabe nada. Los secuestradores dicen haberle dado una nota a la persona que conducía el coche el día del secuestro. Es decir, a Raymond, el hijo mayor. Sin embargo, el joven no es capaz de dar una explicación clara de qué ha sido de la nota, una nota que apareció dos días después en el despacho de Nakachian.
"Yo veía que el padre y el hijo no se llevaban bien, porque él era de un matrimonio anterior y yo pensé que podía tener a lo mejor por despecho, por celos o por lo que sea que el padre estuviera inclinado solamente con los dos pequeños y no con él", detalla el policía que llevó el caso mientras que otro inspector destaca que el padre nunca perdonó a su hijo que no hiciera nada más por evitar el secuestro de Melodie. "Te tenías que haber matado, te tenías que haber inmolado allí, no se podían llevar a Melodie", cuenta que le dijo.