Anatomía de un pirómano

Un sargento de la Guardia Civil relata cuáles fueron las primeras sospechas sobre el pirómano de la Sierra Oeste de Madrid

Los vecinos comenzaron a ofrecer información de personas que les parecían sospechosas. "Nunca se había dado esa situación y no pensábamos qué podía ser", reconoce el entonces jefe de la Policía Local en Navas del Rey.

Los vecinos de las localidades de la Sierra de Madrid en las que se estaban produciendo los incendios comenzaron a tener sospechas de varias personas. "Algunos decían que habían visto a un chico con una bicicleta", explica el alcalde de Navas del Rey.

Las sospechas crecen, y es que nadie es de fiar. "Aparece un guardia civil y nos dice que en un establecimiento cercano hay dos personas que le han parecido sospechosas", indica el entonces jefe de la Policía Local de Navas del Rey.

Sin embargo, este no es el único indicio que tienen, y es que otras personas aseguraban haber visto a unas personas sospechosas en una moto. "Empezamos a buscar posibles autores encaminados a una panda de niños que hubiesen hecho la gracia con un mechero", indica el sargento de la Guardia Civil, Juan Ramón Fernández.

Además, aclara que en ese punto de la investigación apuntan toda la información que les llega. "Todas las vías, cuando no tenemos objetivo, son potencialmente estudiables", reconoce.

Por su parte, el entonces jefe de la Policía Local en Navas del Rey confiesa que los primeros días "daban palos de ciego" porque nunca se había dado una situación como esa.

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