Hecho un mar de lágrimas

Iñaki Urdangarin llora desconsoladamente en el interior de su coche acompañado de Ainhoa Armentia

¿Por qué llora Iñaki Urdangarin? Es la pregunta que nos hacemos tras contemplar las fotografías publicadas en la revista 'Diez Minutos' de la expareja de la infanta, en las que está hecho un mar de lágrimas en el interior de su coche.

No está siendo una época fácil para Iñaki Urdangarin. Desde que conocimos la ruptura de su relación con la infanta Cristina, el exduque de Palma ha vivido unos meses repletos de altibajos. A principios de este año conocíamos, también gracias a lapublicación de varias imágenes tomadas en Bidart, su incipiente relación con una compañera de trabajo, Ainhoa Armentia. Tan solo dos meses después, obtenía la libertadcondicional, una noticia con la que volvía a acaparar todas las portadas de los medios de comunicación.

Tan solo unos días después de unas, en apariencia, idílicas vacaciones familiares -curiosamente también en la playa vasco francesa de Bidart- en las que estuvo acompañado por sus hijos y Cristina de Borbón, el todavía marido de la infanta vuelve a acaparar todas las miradas tras la revelación de nuevas fotografías que ha sacado a la luz la revista Diez Minutos. En ellas, encontramos a un Urdangarin completamente hundido que llora desconsolado hecho un mar de lágrimas.

Según informa la revista, el exduque permaneció en el interior de su coche, con cara compungida, durante más de veinte minutos en los que no pudo dejar de llorar. Hasta su vehículo, aparcado cerca del despacho en el que trabaja Armentia, se desplazó su novia, que intentó consolarle sin éxito.

En él, la pareja mantuvo una intensa conversación de la que se desconoce su contenido, pero durante la que su novia le abrazó y le mostró gestos de cariño con el objetivo de poner fin al mar de lágrimas. Transcurrido ese tiempo, Armentia bajó del coche y se marchó a pie, mientras que Iñaki Urdangarin se alejó del lugar al volante de su coche.

laSexta/ Programas/ Aruseros/ laSexta/ Noticias/ Sociedad