Tenía deudas "por crédito financiero"

El hijo de Carmen Merino, el posible cómplice del crimen de Jesús Mari que nunca fue detenido: "Tenía deudas"

La Guardia Civil sospecha que alguien ayudó a Carmen Merino con el asesinato de Jesús Mari, su pareja y cuya cabeza apareció en casa de una amiga. Su abogado afirma que "para mover ese cuerpo y desmembrarle es necesaria colaboración".

El abogado de Carmen Merino, la mujer detenida tras encontrar el cráneo de su pareja, Jesús Mari, insiste en que "ninguna prueba puede afirmar que Carmen mató a Jesús y descuartizó su cadáver". Antes de que el jurado deliberara, la Fiscalía solicitó 25 años de cárcel por asesinato y la acusación particular, que representa a los hijos de Jesús, solicitó la prisión permanente revisable.

El periodista Abel Verano explica que la defensa de Carmen Merino insistió en su inocencia hasta que, el último día, en las conclusiones "abrió otra posibilidad": "Que en el caso de que fuera declarada culpable, que no lo fuera por asesinato sino por encubrimiento". "Yo planteé que si consideraban que Carmen habia tenido participación en la muerte la condenasen, pero por encubrimiento y no por autoría".

"Hay cuatro o más informes en el procedimiento de la Guardia Civil diciendo que no pudo hacerlo sola por la corpulencia de Jesús María", explica el abogado de Carmen Merino, que insiste en que "es imposible que participara ella sola". Y es que aunque las búsquedas y la entrega del cráneo podrían indicar que tuvo alguna vinculación, el jurado piensa a quién encubriendo. Por "se puede hacer por dinero, por miedo o por amor".

Carmen Merino tuvo dos hijos, un hombre y una mujer. Mientras la hija tiene una enfermedad grave padece fibrosis quística, Fernando, el otro hijo, tenía varias deudas por crédito financiero. El periodista explica que "tanto Carmen como Jesús le prestaban dinero a Fernando para hacer frente a esas deudas". "Sabemos por declaraciones de los amigos de Jesús que estaba un poco cansado de tener que ayudar a la familia de Carmen", explica una agente de la Guardia Civil.

El periodista explica que los investigadores detectaron que el 12 de febrero, un día antes de la supuesta muerte de Jesús Mari, recibió cuatro llamadas del hijo y una quinta desde un número diferente. Sin embargo, el estudio de geolocalización de los móviles estaban en Madrid durante los días próximos a la fecha del crimen. El cabo que llevó la investigación afirma que Fernando, con residencia en Madrid, puede dejar los móviles ahí y desplazarse a Castro Urdiales, "con lo cual, las conexiones siempre van a dar ahí": "Puede trasladarse sin que tengamos conocimiento del movimiento a través del teléfono".

El abogado de Carmen Merino asegura que la Guardia Civil por escrito confirma que, además de Carmen Merino, "otras personas participaron en la muerte": "A partir de aquí, ¿se investigó eso el juez de instrucción y el fiscal? No, ni siquiera se le tomó declaración a alguien que era sospechoso y que la Policía le ponía nombres y apellidos". Por su parte, Fernando negó tener que ver con el crimen. El abogado de Carmen Merino "pidió que los hijos declarasen en el juicio, pero antes de empezar renuncié a ese prueba porque me pidió Carmen que, si iban a tener el mas mínimo perjuicio que prefería que no fueran".