Don Antonio se lo imponía
El duro castigo al que se enfrentaba Máximo Huerta "por ser muy hablador"
Máximo Huerta admite que cuando era pequeño hablaba mucho en clase y eso le costaba más de un castigo, como él mismo ha revelado a Albert Espinosa.
El escritor Máximo Huerta ha mostrado su lado más personal con Albert Espinosa en un emotivo viaje al pasado recordando su infancia.
Recorriendo los pasillos y las aulas de su colegio, Máximo Huerta ha contado que tuvo un gran profesor, llamado Melchor, al que le estará agradecido de por vida por ser el padre que nunca tuvo.
No obstante, el escritor ha desvelado que también tuvo "un profesor muy malo" llamado Don Antonio: "Me castigaba poniéndome una silla en la cabeza porque era muy hablador".
Precisamente, para poder charlar con sus amigos, Máximo Huerta se levantaba siempre a la papelera "con la excusa perfecta de sacar punta".
"Se hacían amigos sacando punta", defiende al respecto Albert Espinosa.