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Asesinada en Zaragoza en 1992

"Se defendió con uñas y dientes y corrió aterrorizada": los expertos analizan la autopsia de Mercedes Lázaro

Los forenses trataron de resolver el asesinato de Mercedes Lázaro. No había indicios ni testigos, con lo que muchas fueron las teorías, pero pocas las conclusiones. La autopsia desveló algunos detalles de su muerte.

"Había un hematoma importante en la cabeza. El mecanismo de la muerte decía que era asfíctico. Es decir, por asfixia, un estrangulamiento", explica el juez de instrucción Rafael Lasala acerca de la autopsia de Mercedes Lázaro, que añade "también es verdad que en la autopsia se decía que había una dislocación de alguna de las cervicales". El cuerpo de la joven, que fue asesinada el 4 de marzo de 1992 en Zaragoza, fue encontrado por su padre en su propio garaje.

A través del análisis de las pruebas y de los hematomas y anormalidades del cuerpo, se descubrieron varios aspectos que, 26 años más tarde, fueron determinantes a la hora de encontrar, por fin, a su asesino. "Se pensaba igualmente que había huido por el garaje, porque las plantas de los pies de Mercedes estaban negras de toda la suciedad del garaje y que había sido alcanzada por el asesino unos metros más allá y ahí la había matado", explica Cruz Morcillo, que ahonda en la investigación de la autopsia de Mercedes Lázaro.

"La luxación en las vértebras del cuello se atribuyó a una caída brusca. Puede ser, pero no es lo habitual, en un asalto de estas características", analiza. Este hecho dio lugar a que los medios de comunicación lanzaran sus propias teorías sobre cómo se había producido el crimen. "Se puede morir de miedo y no es un decir. Ocurre cuando una persona se enfrenta a una situación límite donde el pánico y la angustia son indescriptibles", decían algunos telediarios de la época.

"Lo que está claro es que Mercedes se defendió con uñas y dientes y también que corrió aterrorizada", recalca la periodista. Por su parte, Marco Antonio Navarro, inspector de policía, reconstruye la escena a través de las evidencias encontradas: "Cuando se analiza el completo de la escena, la conclusión que se obtiene es que en la zona vestibular de los ascensores es donde es atacada. Ahí se produce un forcejeo". Algo que llamó poderosamente la atención a los investigadores es que había "marcas nítidas de arrastre desde el vestíbulo de ascensores hasta donde se encontró el cadáver de Mercedes", huellas uniformes que no son las que deja un cuerpo inerte, sino un peso situado sobre una tela. "En aquella época, todavía era costumbre que mucha gente tuviera mantas en los maleteros de los coches. O también que fueran mantas que estuvieran en algún trastero", detalla Lasala. Así, la Policía centró sus sospechas genéricas en algún vecino.

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