"No era ningún mal lugar para jubilarse"

Boris Izaguirre descubre Augusta Emerita (Mérida), el sitio de retiro de los eméritos en tiempos de los romanos

Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Mérida es una de las ciudades en las que mejor puede apreciarse cómo era la vida en los tiempos de la Hispania Romana. Augusta Emerita era el lugar de retiro de militares jubilados.

En la comunidad autónoma de Extremadura encontramos la antigua colonia Augusta Emerita, situada en la Mérida actual. Toda una joya arqueológica que muestra las maravillas arquitectónicas de la época de la Hispania Romana como en pocos lugares en el mundo se pueden contemplar. No en vano, la ciudad fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Hasta allí se desplaza Boris Izaguirre con el equipo de 'Desmontando' para perderse por sus calzadas, el teatro, el anfiteatro y los templos. Este era un lugar moderno e innovador en sus tiempos, asegura el presentador, que se dispone a conocer a Agustín Velázquez, conservador del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida. Pero, ¿cómo fue fundada esta colonia?

"Algunos investigadores dicen que podrían ser colonia Iulia Augusta Emerita. Unos dicen que fue fundada anteriormente por César. Otros dicen que no, que fue por Augusto. Hoy en día la investigación se inclina por que sea colonia Augusta Emerita, que es el nombre que aparece en las monedas locales de Mérida", explica Velázquez.

Parte de su nombre viene de quienes en ella habitaban: los eméritos. "Los eméritos eran los soldados licenciados que habían luchado normalmente 20 años. Había una caja militar, el dinero estaba ahí depositado, pero Augusto decidió entregar parte de ese dinero en tierras. Y estas eran esas tierras". El asentamiento se dio en este lugar debido al paso del río Guadiana en la ruta norte-sur.

"Realmente, este no era ningún mal lugar para jubilarse", dice Boris mientras se muestra una panorámica del famoso Teatro Romano emeritense. "Aquí se hacía de todo: desde la tragedia de herencia griega clásica, obras también de herencia romana, la tragedia romana, comedias, mimo, pantomima...".

Pero este espacio no se empleaba únicamente para representaciones teatrales. "Era también donde se reunía la asamblea del pueblo. Los ciudadanos se reunían aquí", cuenta el experto.

La belleza de esta construcción es sobrecogedora, tal y como advierte Boris, que repara en las columnas, que no eran más que "simples adornos". "Había varios tipos de teatro: había tipo itálico, de tipo griego... Estos eran de tipo oriental, con una combinación de mármoles de colores. Hoy realmente nos faltan muchos mármoles de colores, pero antes había mole rojo, mármoles color crema, mármoles azules. Era como una sinfonía de color. Lo que no estaba con mármol estaba estucado de un color rojo".

Es en este momento en el que retrocedemos en el tiempo de la mano de la tecnología para contemplar con nuestros propios ojos cómo lucía este teatro hace más de 2.000 años.

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