13 días de infierno en Belchite

Boris Izaguirre visita Belchite, arrasado por completo en la Guerra Civil: "El asalto finalizó casa por casa, cuerpo a cuerpo"

"Pueblo Viejo de Belchite, ya no te rondan zagales. Ya no se oirán las jotas que cantaban nuestros padres", reza un poema de Natalio Baquero en uno de los pocos muros que quedan en pie en este municipio zaragozano tras la Guerra Civil.

En este viaje al pasado que está llevando a cabo de la mano de 'Desmontando', Boris Izaguirre hace una parada en uno de los episodios más tristes de la historia de España: la Guerra Civil. "Estás conociendo estrategias de batalla, tácticas de guerra, cifras, datos...", enumera Carmen Sánchez-Risco. Pero la periodista e historiadora quiere que el presentador sienta en sus carnes la historia de nuestro país. "Para eso, quiero que abras esa puerta".

Boris observa toda la devastación que aún guarda en sus derruidas paredes el pueblo viejo de Belchite. "Estamos pisando uno de los escenarios más cruentos de la Guerra Civil. (...) Fue escenario de guerra entre el 24 de agosto de 1937 hasta el 6 de septiembre de 1937. Tuvo lugar aquí una terrible batalla. Larga, horrible", lamenta la experta.

En ese verano, Zaragoza se convirtió en un objetivo prioritario para los dos bandos. "Entonces, los republicanos, en su avance a la capital aragonesa se encontraron con Belchite, que resultó ser un baluarte excelentemente defendido por unos 3.000 hombres capitaneados por el alcalde, por Alfonso Trallero, que era también comandante. Esto creo que fue lo que determinó el principio del fin de Belchite en ese sentido".

"O sea, estar en el peor lugar, en el peor momento", resume el presentador. "Así es. De hecho, algunos autores consideran que Belchite fue como una especie de rompeolas que desbarató, o contra el que se estrelló la ofensiva republicana. Lo cierto es que durante 13 días esto fue un infierno".

Bombardeos, ataque de artillería, combates cuerpo a cuerpo... la batalla se resolvió casa por casa de este pequeño municipio aragonés. "Imagínate: estas calles que estamos recorriendo eran una fuente de dolor, de horror, de barbarie y de destrucción absoluta. Hasta el día 6 de septiembre de 1937, que es cuando oficialmente los republicanos toman Belchite. Quedaban algunos vecinos y también soldados defendiendo la plaza y estos supervivientes que quedaban intentaron resistir, pero al final no tuvieron otra opción que huir. Intentar alcanzar Zaragoza. Y de todos los que salieron, solamente 80 lo consiguieron".

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