"No me toquéis las pelotas con esta patraña absurda": estas son las teorías de los negacionistas del coronavirus que mueven masas

¿Y si no nos están contando toda la verdad sobre el coronavirus?, ¿por qué fiarnos de los médicos y no de los simpáticos italianos vestidos de butaneros? Y es que los denominados 'chalecos naranjas' pertenecen a un movimiento que niega el coronavirus en uno de los países más azotados por la pandemia.

Su líder, Antonio Pappalardo, un policía retirado de 73 años ha movilizado protestas saltándose todas las normas porque, según él, el coronavirus no existe.

Dani Mateo ha mostrado uno de los vídeos en los que Pappalardo niega rotundamente la epidemia: "No me toquéis las pelotas con esta patraña absurda. Una pandemia inventada, una emergencia inventada".

"La pandemia no existe, esta es la verdad y nos han impuesto quedarnos en casa porque quieren a Italia muerta", espetaba en uno de sus 'mítines' el líder.

Una teoría que a Dani Mateo le parece "un poco loca". Pero Pappalardo no es el único negancionista del coronavirus, Carlos Villagrán es otro líder de masas que cree que la pandemia de coronavirus no es como nos las han contado.

Sin embargo, Carlos Villagrán ya es un viejo conocido: también fue "ese amigo del Chavo del 8 que decía: 'no me simpatizas, chusma'", como ha explicado Mateo.

Villagrán afirma que "en el mundo no existe el Covid-19, lo que pasa es que a través del miedo encerraron a todo el mundo. Así ellos empezaron a poner antenas para el 5G y satélites a baja altura. Quieren hacer una red para el año 2030 controlar la población mundial".

Otros momentos destacados

Además, Dani Mateo repasa en este vídeo de El Intermedio las videoconferencias que se han hecho virales por pequeños "problemillas" durante el confinamiento por la pandemia: desde la concejala de Torrox que acude a un pleno en bikini hasta el ministro de Deportes de Rumanía en calzoncillos en televisión.

Pero si algo está claro es que el símbolo del confinamiento han sido los balcones, que se convirtieron durante meses en un teatro donde cada vecino podía mostrar sus habilidades. Ahora Dani Mateo explica cómo los aplausos 'engañaron' amuchos que "ahora se creen que cantan bien" y han creado vídeos musicales junto a sus vecinos.