TRAS EL CIERRE DEL PARITORIO DE SU HOSPITAL
Alba Reyes, obligada a parir a 70 Km. de su casa: "Rompí aguas en el parking tras un trayecto de una hora"
El Intermedio habla con Alba Reyes, que relata las dificultades que atravesó para poder tener a su hijo. Tenía que recorrer un trayecto de 70 Km. hasta el paritorio más cercano. Finalmente, Alba rompió aguas en el parking del hospital.
El cierre del paritorio de Verín obliga a las mujeres embarazadas a recorrer 70 kilómetros para dar a luz. Según Wyoming, crítico con la medida de la Xunta, "ahora en Ourense habrá partos naturales, partos por cesárea y partos 'Pekín Express'".
Este caso no es único. Muchas localidades del entorno rural llevan años viendo cómo se cierran sus paritorios en beneficio de hospitales más grandes.
En la comarca norte de Tenerife hace año y medio que cerraron el paritorio más cercano. Las mujeres deben desplazarse 70 kilómetros para dar a luz. La situación en la zona sur de la isla es peor, hay hasta 90 kilómetros entre algunos pueblos y el centro sanitario más próximo.
El Intermedio ha hablado con Alba Reyes, una mujer de 35 años que vive en el sur de Tenerife. Relata las dificultades que atravesó para poder tener a su hijo. "El parto no fue nada fácil, estuve con contracciones muy fuertes durante tres días. Era bastante doloroso", apunta.
Alba tenía que recorrer un trayecto de 70 Km. hasta el paritorio más cercano. "Cada vez que iba en esos días me decían que era una falsa alarma y me hacían volver a casa. Imagínate los dolores de mi cuerpo". "Decidí con mi pareja quedarme en el parking y las pocas horas rompí aguas allí. Es seguro que no hubiese llegado a casa si me llego a marchar", añade Alba, que espera que su historia sirva para concienciar a las administraciones sanitarias.
Imitación de Cristina Gallego
Una estresada 'María Jesús Montero' valora la aprobación de la reforma fiscal: "Quita el sentido y a mí años de vida"
"Ha ganado la responsabilidad y no la crispación", comenta 'María Jesús Montero' en esta imitación de Cristina Gallego donde, estresada tras la agónica negociación de la reforma fiscal, termina de los nervios al pensar en los Presupuestos.