Ciudades plagadas de residuos y mares con más plástico que peces: las consecuencias de la exportación ilegal de basuras

En el año 2017, España exportó 300.000 toneladas de residuos plásticos, una cantidad que supera con mucho las exportaciones de jamón ibérico. Tal y como explica Sara Escudero, "nuestro país se ha convertido en un piso Erasmus, hay más basura que gente".

Cada español produce un kilo y medio de residuos al día, lo que se traduce en que cada hogar genera al año 463 kilos. A nivel mundial se producen más de 2.100 millones de toneladas al año.

Según el Banco Mundial, si seguimos generando basura a este ritmo, los desechos crecerán un 70% en 30 años. Además, aunque puede parecer que estamos muy concienciados, solo reciclamos el 34% de los residuos, mientras que el 60% de los restantes acaban en vertederos.

Y no solo en los de España, porque exportamos basura a Malasia, Vietnam, Tailandia, Indonesia, Filipinas y, sobre todo, a China. En este país asiático termina el 50% de los plásticos del mundo, llegando a recibir 600.000 toneladas de residuos al mes.

Pero, ¿por qué si tiramos una botella en Murcia, es probable que aparezca en Pekín? En los años 80, los países ricos y los países en vías de desarrollo llegaron a un acuerdo: unos vendían sus residuos y los otros los reciclaban para conseguir la materia prima.

La basura se movía por el mundo sin control hasta que en el año 89 ese firmó el Convenio de Basilea, que prohíbe enviar residuos tóxicos o imposibles de reciclar a países en vías de desarrollo. Pero los países siguen enviando los residuos de manera ilegal y sin control.

Las consecuencias de ello son ciudades enteras plagadas de basura, mares con más plásticos que peces o poblaciones contaminadas con plomo o mercurio de toda la basura electrónica.

Durante las tres últimas décadas, estos países han sido el basurero del mundo, pero ahora se han plantado. Han decidido empezar a devolver todo el material ilegal que les mandamos. Filipinas y el resto de países asiáticos nos están diciendo lo que le dice alguien cuando corta con su pareja: "No pienso aguantar más toda tu mierda".

Por ello, Escudero manda un importante mensaje a los espectadores: "No podemos seguir generando esta cantidad de residuos porque la basura es como las fotos de nuestra adolescencia, aunque intentes esconderla, acaba apareciendo".

Otros momentos destacados

En otro programa, Sara Escudero habló de los 'espías' que están detrás de nuestros teléfonos y el funcionamiento del Big data. Desveló un dato impactante: con 150 likes, Facebook sabe más cosas de ti que tu parejao tus padres.

En otra ocasión, realizó un reportaje sobre lo que esconde la industria textil. Además de ser la segunda más contaminante del mundo, sólo por detrás del petróleo, es una de las más machistas: un 95% de la mano de obra son menores.