Reportaje de Andrea Ropero
Saray, hija de un desaparecido por la DANA: "Hay gente sin vivienda y los políticos se han subido el sueldo"
Andrea Ropero charla con la hija de Francisco Ruiz, uno de los tres desaparecidos tras el temporal que azotó Valencia. Saray manifiesta su indignación con la administración, que, como indica, no se ha puesto en contacto con ellos.
La DANA ha dejado 223 víctimas mortales en Valencia y continúa, además, la búsqueda de tres personas que siguen desaparecidas. Como expone Andrea Ropero, para sus familiares, "recuperar la normalidad es algo que no pueden plantearse". Saray Ruiz es la hija de Francisco Ruiz, uno de los desaparecidos.
Saray cuenta que su padre estaba volviendo a su casa para traer a sus hijos ya que él se encargaba de cuidarlos mientras ella trabajaba. "En el transcurso de ese camino, el río torrencial se llevó el coche, golpearon contra un stop y contra una palmera", explica. "Entonces, rápidamente rompieron el cristal de la parte de atrás y se subieron al techo del coche", añade. Su padre, en un momento dado, desapareció. Sus hijos se quedaron en el techo del coche y fueron rescatados por un vecino de la zona.
La vecina cuenta que para sus hijos fue muy duro todo lo que vivieron. "La niña es la que más lo exterioriza y el niño no quiere hablar de eso", indica. Sobre si han recibido asistencia psicológica, Saray explica que la administración no se ha puesto en contacto con ellos.
Saray cuenta, visiblemente afectada, que está llevando "muy mal" la ausencia de su padre. "Para mí era un pilar fundamental, igual que para muchas personas. No es la rabia de perderlo antes de tiempo sino el ver cómo te van engañando", afirma, "sientes tristeza y desolación por lo que te ha ocurrido pero, por otro lado, sientes indignación".
Ruiz afirma que las víctimas se sienten abandonadas "desde el primer día". "Necesitamos soluciones y las necesitamos ya", indica, "siguen habiendo cementerios de coches, gente desaparecida, gente si viviendas... y esta gente, lo primero que hace, es subirse el sueldo". "Es machacar a una sociedad ya machacada", concluye, "los voluntarios se han machado de barro pero ellos se han manchado de la sangre de las víctimas".