Entrevista de Andrea Ropero
Unai Garma, ludópata rehabilitado: "Jugaba con ese miedo de que si no ganaba seguía cavando mi propia tumba"
El joven de 27 años comenzó a apostar con solo 15 años "desde el desconocimiento y la inocencia". Su adicción le llevó a tener deudas con amigos e, incluso, a robar dinero a sus padres.
Unai Garma es el fundador del proyecto 'A90°' para concienciar y prevenir sobre la ludopatía, una problemática que cada vez más habitual entre los jóvenes. Unai es ludópata rehabilitado y charla con Andrea Ropero sobre esta problemática. El joven empezó a relacionarse con el mundo de las apuestas deportivas con 15 o 16 años "desde el desconocimiento y la inocencia". Un amigo ganó una apuesta y vi que era algo fácil con lo que, además, podía ganar dinero", le explica a la reportera.
"Tú te piensas que controlas y cuando menos te lo esperas has perdido el control". Unai empezó a pedir dinero a amigos para poder apostar incluso mentía sobre el número de apuestas que hacía y la cantidad de dinero que gastaba. El joven empezó a ser consciente de que tenía un problema cuando empezó a tener deudas y que no disfrutaba con el juego sino que vivía con la intranquilidad de que jugaba para recuperar dinero. "Jugaba por ese miedo de que si no ganaba seguía cavando mi propia tumba", cuenta a Andrea.
Aunque al principio apostaba en deportes que conocía llego a hacer apuestas para partidos de cosas como baloncesto australiano o bádminton tailandés. "Iba por la mañana antes de la universidad y apostaba a lo que había en directo", explica. Podía apostar hasta 300 euros aunque, para él no importan tanto la cantidad como lo que repercutía en su vida. "Al final todo lo que vas dejando de hacer en tu día a día es lo que te va metiendo en la adicción".
Reflexión
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