'Aquí no hay quien viva'
Un vecino de Málaga, sobre los pisos turísticos: "Vine a un edificio residencial y ahora es un hotel de baja estofa"
Alejandro Villén, vecino de la ciudad, sufre desde hace varios años la presencia de pisos turísticos en su edificio. Esto le ha provocado problemas de ansiedad debido a que nunca sabe qué tipo de inquilinos habrá.
Andrea Ropero viaja hasta Málaga para conocer, de manera más profunda, el problema que está viviendo en torno a la vivienda. En esta ciudad andaluza, encontrar un piso de alquiler es una misión imposible. En el centro, el precio medio de los alquileres asciende ya a los 1.000 euros por un apartamento pequeño que, en algunos casos, se debe dejar durante los meses de verano. La oferta de alquileres cada vez es más escasa debido a los 12.000 pisos turísticos.
Alejandro Villén es un vecino de la ciudad. Como le cuenta a Andrea, lleva17 años viviendo en su piso del centro de Málaga. Como explica a la reportera, en su edificio, que se compone de 12 viviendas, actualmente hay tres pisos turísticos pero hay llegado a tener seis. "En mi caso, toda mi planta, he estado aislado en el bajo", explica a Sandra.
La convivencia, con estos pisos turísticos, le "destroza la vida". "Es una lotería cada fin de semana", añade. Como cuenta, cuando va la policía simplemente les regañan. Él es propietario de su piso pero nadie les ha consultado si quieren tener ese tipo de viviendas en el edificio. "Me vine a un edificio residencial y lo han convertido en un hotel de baja estofa", se lamenta. Alejandro cuenta que, además, ha tenido que ir dos veces al juzgado por destrozos de los inquilinos de este tipo de alojamientos cuando era presidente de la comunidad.
Ropero si considera que la sentencia del Tribunal Supremo que obliga a que si tres quintas partes de los vecinos votan en contra las viviendas turísticas ninguna se puede instalar. Para Villén esto es un paso que llega tarde. "Le llega tarde a todo el centro de la ciudad y no es retroactivo. Lo que yo ya tenga me lo como", concluye.