Wyoming, un año después del ataque de Israel a Gaza: "El resultado es una población arrasada y sin escapatoria"

El Gran Wyoming arranca El Intermedio recordando a las víctimas de la Franja de Gaza. "Sobre todo hoy, cuando se cumple un año de los atentados de Hamás que precipitaron todo", comenta el presentado nada más empezar su monólogo.

Hace un año, el siete de octubre de 2023, 1.200 miembros de Hamás "perpetraron el peor ataque que ha sufrido Israel en toda su historia". Un suceso que ocasionó el fallecimiento de 1.290 personas, más de 7.000 heridos y 101 rehenes en manos de Hamás a día de hoy.

"La comunidad internacional condenó sin paliativos ese atentado", señala el presentador, para después recordar que "tras esos brutales ataques, Israel apeló al concepto de legítima defensa para responder a la agresión".

Hasta ahí todo 'bien' dentro de lo que genera esta situación, pero el problema llega cuando tras un año de conflicto, Israel no termina de comprender el término de "legítima defensa". Y ahora, parte de la sociedad empieza a conocer que es lo que entiende Israel cuando emplea la legítima defensa.

"El ejército de Israel ha arrasado Gaza y ha dejado casi 42.000 muertos, más de la mitad mujeres y niños", explica. "Más de la mitad de los edificios de Gaza han sido destruidos", añade. La media ha sido de 846 bombardeos al día, 560 escuelas destruidas, y solo queda la mitad de los hospitales operativos.

Asimismo, el presentador de El Intermedio recuerda a aquellos periodistas que, por ejercer su trabajo, han terminado perdiendo la vida, un total de 116 periodistas.

"Todo esto deja como resultado una población arrasada y sin escapatoria, donde el 96% se encuentra al borde de la hambruna", apostilla Wyoming. Un conflicto que ya no se limita a la Franja de Gaza, sino que se ha expandido a Líbano, Yemen, Siria e Irán. "A la vista de estos datos, ya no podemos considerar las acciones de Israel como parte de una legítima defensa", añade.

"Netanyahu es solo uno, pero ha hecho el trabajo de cuatro. En concreto, el de los cuatro jinetes del apocalipsis. A nadie se le escapa que, si este hombre fuese un líder musulmán, Occidente ya habría intervenido". Sin embargo, durante estos meses, las potencias se han limitado a condenar "con la boca pequeña" las atrocidades, pero nadie ha dado un golpe sobre la mesa para detener el genocidio de la población palestina.