Reflexión

Wyoming, tras las últimas 'broncas' políticas: "¿A quién le interesa convertir la política en un reality malo y chungo?"

El presentador de El Intermedio afirma que la política está siendo sustituía por "la descalificación y el 'chow' con ch de chungo". "Estamos siendo testigos de espectáculos patéticos e inútiles", argumenta.

El Gran Wyoming comienza El Intermedio hablando del origen etimológico de la palabra política. "Para los griegos la política era los asuntos de la polis, de la ciudad, de la sociedad, y cualquier buen ciudadano estaba obligado a participar en ellos", indica el presentador. El filósofo Aristóteles expuso que el ser humano era un animal político, "aunque oyendo a algunos estos días más bien parece un cruce entre cabestro y mandril".

El filósofo, además, también tenía una palabra para aquellos que se desentendían de la política, "idiotés, que es el origen de la palabra idiota". "En el siglo XXI hemos decidido tiran casi 3.000 años de filosofía política a la basura", argumenta Wyoming. "La política está siendo sustituida por la bronca, la descalificación o, para ser más exactos, el 'chow', con ch de chungo", añade el presentador. "Lo que estamos viendo últimamente no es un gran espectáculo como 'El Rey León' sino más bien algo parecido a la versión de 'Frozen' de Leticia Sabater", argumenta.

Para el presentador, estamos siendo testigos de espectáculos "patéticos e inútiles". Wyoming pone como ejemplo la comisión de investigación a Begoña Gómez o el "espectáculo" vivido en Bruselas "donde el Partido Popular destrozó un debate importantísimos para el futuro de la Unión Europea para dedicarse a hacer el patético politiqueo de andar por casa", afirma, "con el resultado de que, ahora mismo, todas las instituciones de Unión Europa están paralizadas para salvar el prestigio de un señor al que le gustan las sobremesas largas".

"¿Cómo hemos llegado a esto?", se pregunta el presentador, "¿a quién le interesa convertir la política en un reality malo y chungo?". Para Wyoming, con ello buscan acabar con la política y que los ciudadanos se harten y "empiecen a pasar de todo". "Como dirían los griegos que nos convirtamos en idiotés", concluye, "me niego a ser un idiotés, bastante tengo con ser un poco 'gilipollés'".