Forno de Lugo
Una empleada de Forno de Lugo rompe a llorar con el jefe infiltrado: "Antes de trabajar aquí pedí ayuda a Cáritas"
Tras el paso de Héctor Pérez bajo la falsa identidad de Rober por una de las tiendas de Forno de Lugo, el jefe infiltrado charla con su empleada para conocer algo más sobre cómo se encuentra.
Ha sido un día intenso de trabajo, repleto de pequeños fallitos y un gran error que han hecho que Rober, el jefe infiltrado, haya perdido la calma en alguna ocasión y haya tenido incluso que intervenir a espaldas de su empleada. Después de tanta tensión, toca relajarse. Roberto y Vanesa se sientan en un banco para charlar y la trabajadora asegura que se encuentra muy a gusto en Forno de Lugo. "Gracias a este trabajo he podido alquilar un piso", le cuenta a su supuesto pupilo.
Vanesa vive con sus dos hijos y está separada. Ha tenido que hacer frente a una difícil situación económica. "Antes de empezar a trabajar he tenido que pedir ayuda a Cáritas", afirma justo antes de ponerse a llorar. "Eres una luchadora nata", le dice Rober. "Me ha tocado. Ahora, gracias a Dios, tengo lo que quiero: trabajo, casa y una estabilidad con mis hijos", responde.
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"Lo único que pido es pagar mis deudas. Mi nómina solo me da para pagar el piso y el logopeda de mi hijo pequeño. Primero prefiero pagar el logopeda y ya me buscaré la vida con la comida, poquito a poquito a ver si nos estabilizamos. Hemos estado unos años un poquito tocados", reconoce.