Cacao ilegal que acaba entrando en el circuito legal

El peligroso viaje de Jalis de la Serna en moto a las plantaciones ilegales de cacao de la selva: "Puede haber niños trabajando"

"Todo el equipo somos conscientes de que la verdadera aventura comienza aquí". Jalis de la Serna y sus cámaras se montan en unas inestables y poco seguras motocicletas para llegar a las recónditas plantaciones ilegales de cacao, ocultas en la selva.

"Nos han pedido que bajemos las cámaras porque podrían avisar a las personas que estén en el campo de cultivo y podrían esconder a los niños para que no los viéramos", dice Jalis de la Serna ante el objetivo de su discreta cámara de mano. El presentador de Enviado Especial y su equipo se encuentran en Costa de Marfil, el lugar del que proviene el 40% del cacao que acaba en los supermercados españoles.

A pesar de la concisa ley nacional e internacional, en este país hay plantaciones ilegales de cacao en las que además, es sabido que trabajan menores de edad de forma continuada, con jornadas de sol a sol y en condiciones infrahumanas. Al llegar a este control fronterizo, todos los ocupantes del vehículo, también Jalis, tienen que posar para una foto para las autoridades. "Es la única manera de que nos dejen entrar en la selva".

El presentador de esta docuserie tiene que montarse en motocicleta para acceder a estas plantaciones ilegales, escondidas y alejadas de los caminos oficiales, con rutas peligrosas y repletas de obstáculos. "Todo el equipo somos conscientes de que la verdadera aventura comienza aquí", reconoce. Estas son las pistas donde se mueve el cacao ilegal que acaba entrando en el circuito legal. El viaje demuestra la dificultad de seguir su trazabilidad.

"Una de las materias primas más demandadas por la industria alimentaria se saca de estas zonas protegidas donde no debería haber plantaciones", cuenta el periodista. "En esta plantación a la que vamos puede haber niños trabajando", añade.

El vehículo se queda estancado en una zona pedregosa y tienen que parar durante un tiempo hasta que los conductores locales logran reparar el chasis de la moto, gravemente dañado en el camino. Los trabajadores recorren este trayecto, de hasta 5 kilómetros, a pie varias veces al día y cargados con decenas de kilos de cacao a sus espaldas.

Una vez llegados al lugar, encuentran cacao ilegal envasado en bolsas, listo para ser transportado hasta la carretera y camuflarse con el resto del cultivo, totalmente legal. La incógnita sigue en el aire. El equipo de Enviado Especial quiere comprobar si, como se sospecha, hay menores trabajando en estas tierras.

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