"La Fiscalía tendrá que ponerle freno"
Un abogado señala el delito que podría llevar a Llados a la cárcel: "Tiene una pena de hasta cuatro años de prisión"
Equipo de Investigación presenta su último trabajo: 'Llados: el hombre que odiaba a los mileuristas'. El reportaje se centra en la figura del polémico influencer. Un abogado y un psicólogo analizan el discurso de odio del joven, los motivos y consecuencias.
"Si tu profesor entra con una panza, bye, bye profesor. Hasta luego. Yo no voy a recibir clases de una panza. Me suda los cojones, tiene que estar en forma". Este es uno de los múltiples mensajes cargados de odio queel influencer Llados comparte con sus seguidores en las redes sociales. Equipo de Investigación habla con el abogado Carlos Aránguez para examinar estas expresiones tan deningrantes.
"Claramente está incurriendo en un delito de odio del artículo 510 del Código Penal que sanciona la aporofobia, el hostigamiento a las personas que tienen obesidad, los fucking panza, como él dice", recuerda Aránguez, quien explica que "tiene una pena de hasta cuatro años de prisión". "La Fiscalía, obviamente, tendrá que ponerle freno a algo que no son opiniones, sino que son insultos, injurias...", reconoce.
Por otra parte, los reporteros entrevistan a un psicólogo que analiza los mensajes que Llados comparte hablando sobre las mujeres. ¿Qué concepto tiene de éstas? "Imagino que responder a esta pregunta será lo mismo que responder a '¿Qué concepto tiene Lladós de los relojes?' Habrá unos que sirvan para una cosa, y otros que sirva para otra (...) De hecho, llega a decir en un vídeo o en varios que si su mujer engorda, la deja". Puedes ver la intervención completa en el vídeo superior.
Equipo de Investigación, en 2016
Las "disparatadas" ganancias millonarias de una red de blanqueo: 800.000 euros por la venta de bocadillos en una casa
Equipo de Investigación mostró en el programa 'Millonarios sin blanca' de 2016, que laSexta ha reemitido este domingo, cómo la Agencia Tributaria descubrió que los miembros de una presunta red de blanqueo residentes en un barrio marginal de Plasencia (Cáceres) llegaron a manejar 13 millones de euros.