La rentabilidad del negocio de la trufa negra depende de un buen perro: su olfato es fundamental

Es una de las zonas más despobladas de Europa, le llaman Laponia mediterránea. La provincia de Teruel pierde 100 habitantes cada mes, sin embargo, allí un pueblo aumenta cada año su población: Sarrión.

El municipio, en pleno crecimiento, se sitúa en una comarca que es la mayor productora del mundo de trufa negra. Casi la mitad de las que se consumen en el planeta salen de ahí.

El alcalde de Sarrión en 2018, Jorge Redón, explicó, en un programa de Equipo de Investigación que laSexta ha vuelto a emitir este sábado, que la mitad de los habitantes se dedican directa o indirectamente a la trufa.

"El municipio antes era muy pobre, se tuvieron que marchar mis padres y otros muchos. Ahora se vive bien y hay un 2-3% de paro, algo muy importante", aseguró.

Equipo de Investigación pudo hablar con Eladio Salvador, truficultor, que mostró cómo trabajaba. "Para coger una buena trufa tiene que haber un buen perro detrás, hay algunos que valen 3.000 euros, otros 15.000", afirmó.

De los perros depende la rentabilidad del negocio de la trufa, un mal perro puede dejar el 40% de la producción bajo tierra.

Por otro lado, Equipo de Investigación grabó cómo hasta 500.000 euros cambiaban de manos en tan solo cuatro horas en un mercado de la trufa en Teruel. Puedes ver el momento en el vídeo que se incluye a continuación.