Equipo de Investigación
La sombra detrás de las luces: la competición, el negocio y la tensión que se esconden detrás de la iluminación de Navidad
Los detalles Las ciudades buscan ser la mejor con el encendido de las luces de una época convertida en fiesta y negocio. La cara B de todo, el ruido y las tensiones que el alumbrado oculta.
Resumen IA supervisado
La Navidad ha llegado con su característico despliegue de luces, que se ha convertido en un negocio turístico clave. En Vigo, el alcalde Abel Caballero ha adelantado el inicio de las festividades a mediados de noviembre, atrayendo a miles de turistas con espectáculos lumínicos y una noria gigante. Sin embargo, esta celebración tiene un lado negativo: los vecinos sufren ruidos que superan los límites legales, lo que ha llevado a denuncias y compensaciones. En Málaga, la presencia de Antonio Banderas impulsa el turismo, aunque algunos comercios locales no ven reflejadas estas visitas en sus ventas. Otros lugares, como Ocaña, enfrentan divisiones por restricciones legales. La Navidad es más que luces, es un negocio y una competencia por atraer visitantes.
* Resumen supervisado por periodistas.
Ya está aquí la Navidad. Ya están aquí varios de los días más señalados del calendario. Las fiestas. El invierno. El frío. Las comidas y las cenas con la familia. La llegada de Papa Noel. De los Reyes Magos. De los regalos. De la magia. Sí, todo eso ya está aquí. Y también está aquí, desde hace tiempo además, la luz. La iluminación. El encendido de unas luces que marcan el comienzo de todo. Que se han convertido en algo más que un simple gesto.
Que van más allá de darle a un botón y ver cómo se iluminan las calles de una ciudad. Que se han convertido en una especie de carrera y en un claro negocio. En algo que atrae a miles y miles de turistas y que es ya uno de los grandes y principales atractivos de, por ejemplo, Vigo.
De un lugar en el que Abel Caballero, su alcalde, ha reinventado todo. Porque dijo un 'aquí estoy yo'. Porque año tras año ha ido adelantando el comienzo de la Navidad. Si comenzó por una semana de antelación en este 2025 va por cinco. El 15 de noviembre dio por comenzado todo.
Con un espectáculo lumínico sin precedentes. Con un árbol estratosférico... y con la noria. Con una construcción con cabida para 192 personas y mayor que la de Londres. De 54 metros. En medio de todo. Del mercadillo. De los puestos. Y sí, también de las casas. De unos vecinos que sufren la cara B de la Navidad viguesa con unos ruidos que, en sus salones, superan por mucho el máximo legal establecido por ley.
La cara B de Vigo
Porque llegan a registrarse 70 decibelios cuando el máximo hasta las 22:00 es de 55. Porque a partir de dicha hora es de 45. Es casi el doble. "Desde el primer año me pareció algo muy molesto, invasivo y fastidioso", afirman los que allí residen.
Han puesto un total de 12 denuncias por exceso de ruido, de las cuales tan solo una ha llegado a buen término. El Ayuntamiento, obligado a indemnizar a una familia y a retirar focos de ruidos.
La otra cara, la de los precios. Se llega a pagar hasta 60 euros en los puestos de Vigo por una ración de pulpo. Unos puestos que han de pagar, a una empresa paralela, 30.000 por estar dos meses. "Es rentable", cuentan por la cantidad de turistas, siendo portugueses el 25%, que visitan Vigo en estas fechas.
Antonio Banderas, en Málaga
Y es que su apuesta es una de las muchas para 'ganar' la Navidad. En Madrid, un macroevento repleto de luces y celebridades que sacó a las calles de la capital a 150.000 personas. En Murcia, un actor como Richard Gere. En Badalona, el árbol más grade de toda España. Y en Málaga...
En Málaga hasta Antonio Banderas. Hasta su actor más internacional para dar la bienvenida a estas fechas. Porque se llena. Se llena por completo. Los turistas, con los billetes de tren ya sacados desde antes de verano para vivir en primera persona las fiestas en una de las ciudades con más fama.
Los hoteles están completos. Sus precios, multiplicando en un 50% lo que suele ser habitual. Y claro está, los puestos lo notan. Lo notan bastante. Porque ingresan tanto como disminuyen los bolsillos de los turistas.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce en Málaga, pues a pesar del gentío y de las fiestas hay quien sabe que estas fechas no son para ellos. "Vienen a ver las luces, no a comprar", afirman en varias tiendas malagueñas que están completamente vacías en esta época navideña.
Así es la Navidad. Así son unos días en los que ya con las luces tan solo no basta. En los que en Málaga, y en otros lugares, se apuesta por un espectacular 'videomapping' para tratar de 'ganar' la competición. Para llevarse la victoria en un torneo en el que no participa Ocaña.
Porque el pueblo no tiene Navidad. No lo tiene después de una denuncia por exceso de ruidos por dos vecinas. Porque la Plaza Mayor, según cuenta el abogado de las denunciantes, se había convertido "en un rockódromo". El pueblo, tras la denuncia y la posterior sentencia, dividido.
Aquí está la Navidad
Es lo que tiene la Navidad. Porque las luces esconden algo más. Porque ocultan la tensión por lo que se vive en unas calles en las que hay más que fiesta. En las que hay negocio. En las que hay turismo y jolgorio. En las que todos quieren ser el mejor.
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