¿Por qué actuó así?

El sospechoso comportamiento del amigo de Antonio la tarde de su desaparición: "Estaba muy frío, no llamó hasta dos días después"

Manolo también mintió en su declaración y dijo que llevaba días sin ver a Antonio. Un hecho que despertó las sospechas de los investigadores: "Si una persona no tiene nada que ocultar no miente...".

Antonio Quesada y Ana María Artiles, el matrimonio de Guanarteme, nunca acude al centro auditivo, como le habían indicado a su hija, sino que van a una churrería donde se reúnen con un viejo amigo. Se trata de Manolo Herrera, el 'aprovechado', y uno de los mejores amigos de Antonio.

Los hijos del matrimonio de ancianos se enteran de este movimiento cuando salen por el barrio a preguntar si alguien les ha visto. Es entonces cuando una camarera de la churrería les confirma que estuvieron en su local con un hombre "alto, con gafas y gorra".

Antonio fue el primero en declarar ante la Policía. Sin embargo, no dudó en mentir en su coartada y en asegurar que no se veían desde hacía semanas. "Choca que dijera en la declaración que no les había visto. Si una persona no tiene nada que ocultar no miente, dice la verdad; y más en una cosa tan seria", destaca el criminólogo.

La hija de Antonio y Ana María, al no encontrar a sus padres y vivir a tan solo unos kilómetros de Manolo, no dudó en ponerse en contacto con él para que la acercara a Guanarteme para buscarlos. Fue en este trayecto cuando notó comportamientos raros. "Se pensaba bastante las respuestas y tenía un comportamiento muy frío, yo no entendía por qué", manifiesta. Tras esto, Manolo tardó "dos días" en llamarla para preguntarle por sus padres y si les habían encontrado.