No todo es Pegasus: los casos de espionaje en España que han hecho historia

Aunque cueste creerlo, antes de los móviles también se espiaba. Por ello, en la sección 'No me toques los Borbones' de La Roca, David Botello hace un recorrido por los grandes espías de la historia de España.

Este repaso empieza por el primero y el más famoso de la historia: Felipe II. El monarca tenía la mejor red de información de la época. De esta forma, se enteraba de todo lo que pasaba en el país.

Entre sus más famosos informantes estaban Miguel de Cervantes, que no solo conocía muy bien la lengua, además era un experto en Argel (Argelia) y con sus investigaciones ayudó a frenar la conquista de Orán. También lo era Quevedo, que estuvo involucrado en la Conjuración de Venecia, y el pintor Rubens, que también fue espía para este rey.

Otro de los espías que han hecho historia en España fue Alfonso XIII. Durante la primera Guerra Mundial, el país era un nido de informantes y cualquiera podía ser espía. Alfonso XIII fue uno de los más torpes que nos ha dejado la historia. El monarca tenía dos sueños: devolver la grandeza a España y ser mediador de las dos potencias enfrentadas en la Guerra. De esta manera, negociaba con unos y con otros para ayudar a encontrar la paz.

Su rutina era por la mañana hablar con la embajada francesa y por la tarde con la alemana. Un día los franceses se enteraron de que los alemanes sabían algo que solo el embajador de Francia le había contado a Alfonso XIII. Esta filtración fue el desencadenante para que le tendieran una trampa. Una información falsa que le pasaron los franceses y pronto llegó a los alemanes, por lo que los primeros dejaron de pasarle información.

El tercero de este repaso es Juan Pujol, más conocido como 'Garbo', espía que engañó a Hitler. El Día D, el famoso Día del desembarco de Normandía, fue posible porque los alemanes estaban en otra parte y eso fue por un error de inteligencia. Una filtración del español Juan Pujol.

'Garbo' había luchado en la Guerra Civil española, pero a él no le gustaba ni el fascismo, ni el nacionalcatolicismo, tenía más simpatía por los aliados. Trabajó como doble agente para Francia y Alemania en la II Guerra Mundial y contribuyó al fracaso alemán el Día D. Lo hizo pasando informaciones verídicas a los alemanes, pero que siempre las contrastaban demasiado tarde. Por ello, cuando les dijo donde iba a ser el día D, mandaron a las tropas donde no era, facilitando así la entrada de los americanos.

En el vídeo superior puedes ver el repaso completo por los grandes espías de la historia de España.