El TS aún podría imputarlo

Ábalos lo niega todo porque puede hacerlo (de momento): su condición en el caso es crucial

¿Qué niega? Ábalos niega las acusaciones de amaño de contratos, corrupción, recibir comisiones y vínculos con empresas relacionadas con su ministerio. También desmiente estar involucrado en la compra de un chalé y en el pago de un apartamento a su pareja.

En una declaración que ha durado más tres horas, el exministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha rechazado todas las acusaciones que le vinculan con un supuesto amaño de contratos de mascarillas durante la pandemia y con una trama de corrupción. Ábalos ha negado rotundamente las afirmaciones de Aldama, quien en su declaración voluntaria le vinculó con una organización criminal, señalando su implicación en la contratación de la empresa Soluciones de Gestión, y acusándole de recibir 600.000 euros en comisiones.

Según el exministro, las acusaciones sobre pagos en especie, su conocimiento de un apartamento que se pagaba a su entonces pareja, y sus presuntos vínculos con empresas relacionadas con su ministerio son completamente falsas. Ábalos también ha desmentido estar involucrado en la adquisición de un chalé en La Línea de la Concepción, Cádiz, y asegura desconocer que Aldama estuviera detrás de esa compra.

Ábalos se defiende de todo esto porque, por ahora, tiene la posibilidad de hacerlo: no está siendo investigado. Como aforado, su caso aún no ha sido analizado en profundidad, ya que las autoridades no han podido acceder a elementos clave como su patrimonio, su teléfono móvil o el registro de sus propiedades. Sin embargo, ha prometido presentar al juez pruebas que respalden su versión y ha entregado documentos al Tribunal Supremo, aunque estos aún no han sido aceptados debido a la falta de un escrito que los acompañe.

El exministro ha asegurado que los documentos que ha presentado demostrarán que no recibió dinero de la trama. Entre los papeles figuran el contrato de alquiler del chalé y los justificantes de tres transferencias bancarias de 2.500 euros mensuales. Sin embargo, el Supremo aún podría decidir imputarle, lo que obligaría al magistrado Leopoldo Puente a pedir un suplicatorio al Congreso, dado que Ábalos sigue siendo diputado. Este proceso podría alargarse, ya que la respuesta de la Cámara podría tardar hasta dos meses.

Mientras tanto, la causa sigue adelante y la próxima semana será el turno de que Aldama y Koldo declaren. Este jueves, el que fuera jefe de Ábalos, ha descargado sobre él toda la responsabilidad en este caso.