Su popularidad se mantiene intacta

El año de Milei: crisis diplomáticas, pobreza en más de la mitad de la población y recorte de derechos

¿A qué coste? A pesar de haber cumplido sus promesas de reducir la inflación y recortar el gasto público, la gestión de Milei ha llevado a Argentina a una crisis social con una pobreza que alcanza el 52,9% y la pérdida más de 250.000 empleos.

Este 10 de diciembre, Javier Milei cumple un año como presidente de Argentina. El 'león' prometió cambiar por completo la política económica del paísy sacar a la nación de la recesión. ¿Lo ha logrado? ¿Cómo se encuentra Argentina un año después?

Muchas de sus promesas electorales las ha cumplido, aunque no todos consideran que eso sea positivo. Milei prometió revitalizar la economía argentina y lo reiteró en su discurso de toma de posesión. En este primer año, la inflación se redujo en un tiempo récord, y el gobierno logró recortar el gasto público en un 30%. Sin embargo, esos logros han tenido un costo social significativo: paralizó la obra pública y aplicó recortes en áreas como educación, salud, ciencia y pensiones, usando la 'motosierra'.

Lo que prometió, lo cumplió. Ha eliminado 13 ministerios y despedido a 30.000 empleados públicos, lo que representa el 10% de la plantilla nacional. Además, en este año se han perdido más de 250.000 empleos y el salario medio ha caído casi un 4%. La pobreza alcanza el 52,9%, la tasa más alta desde 2003. En solo un año, cinco millones de personas más viven bajo el umbral de pobreza, lo que representa el 18% de la población.

Milei también ha recortado derechos, especialmente los de las mujeres, que nunca han sido de su agrado. Además de cerrar el Ministerio de las Mujeres, eliminó la línea contra el maltrato y canceló el plan contra el embarazo adolescente, que había logrado reducir las cifras en un 50%.

En cuanto a las relaciones internacionales, su gestión ha estado lejos de ser tranquila. En España, la crisis diplomática fue notable, especialmente durante su visita a Madrid, cuando recibió la medalla de Ayuso, lo que provocó un enfrentamiento con el gobierno español. También ha tenido tensiones con Brasil y Colombia. Sin embargo, ha logrado acercarse tanto a Donald Trump como a Xi Jinping, el presidente chino, con quien había prometido romper relaciones durante su campaña por considerarlo comunista.

A pesar de enfrentarse a gobernadores regionales, rectores de universidades, dirigentes sindicales y periodistas, su popularidad en Argentina se mantiene intacta, con un 50% de apoyo un año después.