Los enemigos de mis enemigos son mis amigos
Bashar no ha sido el primero: la lista de 'enemigos' de Occidente que ha acabado acogiendo Putin
Las 'ventajas' de Putin El Kremlin se ha ocupado de dar cobijo a Bashar Al Assad, vivirá en Rusia junto a su mujer y sus hijos. De este modo, el dictador sirio y su familia pasan a formar parte de otros acogidos por Putin.
Moscú se consolida como refugio para líderes y figuras perseguidas por Occidente, siguiendo una estrategia clara de Vladímir Putin: los enemigos de mis enemigos son mis amigos. El último en unirse a esta peculiar lista es el dictador sirio Bashar Al Assad, quien, tras años de guerra civil en su país y acusaciones de crímenes de guerra, habría encontrado asilo en Rusia. Junto a su familia, Al Assad se instalará bajo la protección del Kremlin, sumándose a una lista de figuras acogidas por Putin.
El presidente ruso ya había demostrado su disposición a dar cobijo a líderes como Víktor Yanukóvich, el expresidente de Ucrania. Yanukovich huyó a Rusia en 2014 tras el estallido de protestas en su contra por negarse a firmar acuerdos de asociación con la Unión Europea. Su decisión, que fortaleció la relación de Ucrania con Moscú, lo convirtió en un símbolo de corrupción, según Transparencia Internacional, y marcó el inicio de la crisis que derivó en la actual guerra en Ucrania.
Otro caso es el de Edward Snowden, el exanalista de la CIA que desveló los programas de espionaje masivo de Estados Unidos. Acusado de violar la Ley de Espionaje, Snowden huyó de su país y, tras varios intentos fallidos de obtener asilo, fue recibido por Rusia en 2013. En un claro mensaje a Washington, el Kremlin no solo le otorgó refugio, sino también la ciudadanía rusa en 2022.
La lista se extiende a figuras como el austriaco Jan Marsalek, un pirata financiero prorruso relacionado con el colapso de la empresa alemana Wirecard. Acusado de orquestar un fraude multimillonario, Marsalek huyó a Rusia, donde vive bajo la protección de Putin.