El mandatario más blindado
Cinco claves de la seguridad de Putin: desde catadores por si le envenenan hasta una cuarentena para quien le visite
Putin reside en una fortaleza a las afueras de Moscú, pero hay más medidas de seguridad. Lo que come está controlado, sus comunicaciones son encriptadas y el que quiera reunirse con él tiene que haber pasado una cuarentena.
Asesinar a Putin tendría unas consecuencias que nadie se atreve a describir con precisión. Y en cualquier caso estaría muy lejos de ser una operación sencilla. La seguridad que rodea al presidente ruso es como la de todos los hombres realmente poderosos del planeta: extrema y opaca.
El órgano encargado es el FSO, el servicio de protección federal. Pero a lo largo de los años han trascendido al menos cinco datos relevantes. El primero son los círculos de seguridad: los cuatro anillos de seguridad de mayor a menor proximidad cuando el presidente está en la calle. Los más pegados a Putin son sus guardaespaldas personales, luego hay agentes que se camuflan entre el público, los del perímetro que rodea a la multitud y los francotiradores.
Segundo dato sobre la seguridad de Putin. Todo lo que consume ha sido probado. Los expertos dicen que dispone de catadores profesionales para evitar envenenamientos. En el transporte también tiene precaución. Evita los helicópteros y prefiere el tren. Un tren que parece un vagón ordinario de la compañía rusa ferroviaria. Pero cuenta con medidas de seguridad extremas. Por ejemplo: es irrastreable.
Cuarto dato sobre la seguridad de Putin: sus búnkeres antibombas. El de Sochi y el Novo-Ogaryovo son los que más utiliza. Ahí estaba durante ese supuesto ataque según el Kremlin. El presidente duerme en ellos cada vez más. Lo hizo incluso durante una reciente visita a Kazajistán. En lugar de quedarse en la embajada, se alojó en un refugio antibombas.
Y quinto y último dato sobre su seguridad: nada de acceso a Internet o a un 'smartphone'. Todas las comunicaciones que establece son encriptadas. Lleva consigo agentes de seguridad que se las configuran en cada momento. Precisamente, a eso se dedicaba Gleb Karakulov. Durante los últimos 13 años formó parte del equipo de seguridad de Putin. Cuenta que lo acompañó en muchos de sus viajes. Hace unas semanas se escapó de Rusia junto a su mujer y su hijo. Ahora afirma que Putin goza de una salud de hierro y que está completamente obsesionado con que le asesinen.
Cuenta con un escudo local en Moscú
¿Pueden los escudos antimisíles nucleares europeos detener un posible ataque nuclear de Rusia?
¿Cómo te afecta? Un nuevo episodio en la invasión de Ucrania ha reavivado el temor a una guerra nuclear, pero a pesar de los avances tecnológicos, los sistemas antimísiles actuales tienen serias limitaciones para interceptar misiles nucleares.