Así se para (o no)
Cinco estrategias para frenar a la ultraderecha: ¿qué funciona y qué no?
Expertos evalúan diversas tácticas para hacer frente a los ultras, desde la inclusión en gobiernos hasta la alerta constante sobre el riesgo, en medio del creciente ascenso de la extrema derecha en todo el mundo.
En medio del creciente ascenso de la ultraderecha en varios países, surgen debates sobre cómo contener su avance político. Franco delle Donne (@fdelledonne), autor del podcast Epidemia Ultra; Carolina Plaza-Colodro (@PlazaColodro), experta en extrema derecha y populismos de la Universidad de Salamanca; y Steven Forti (@StevenForti), del Centre d'Estudis sobre Dictadures i Democràcies de la Universidad Autónoma de Barcelona, analizan las diversas estrategias implementadas con resultados mixtos.
El cordón sanitario es una táctica adoptada por diferentes países que consiste en unir fuerzas entre partidos de distintas ideologías para evitar que la ultraderecha llegue al poder. Aunque efectivo para evitar que lideren gobiernos, no ha frenado su crecimiento en votos, como evidencian casos recientes en Francia y Alemania.
Algunos han optado por incluir a partidos de extrema derecha en coaliciones gubernamentales con la esperanza de moderar sus posturas y perder apoyo popular. Sin embargo, en países como Italia y Hungría esto no solo no ha funcionado, sino que ha fortalecido a estos partidos.
En un intento de ganar votos o evitar la fuga de electorado, algunos partidos de centro-derecha han escogido por imitar las políticas de la ultraderecha. Sin embargo, esto puede llevar a que la copia supere al original, como ocurrió en el caso de Hungría.
Otra estrategia es evitar la polarización y centrarse en políticas de gestión. Portugal es citado como ejemplo, donde tanto derecha como izquierda trabajaron juntas para abordar problemas sociales, evitando temporalmente el ascenso de la ultraderecha.
Algunos políticos optan por destacar continuamente los peligros de la extrema derecha, pero esto puede tener el efecto contrario al poner más atención en ellos, como se ha visto en algunos gobiernos de izquierda.
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