¿Cómo afecta el uso de la música en la política y, sobre todo, en campañas electorales?

Nicolás Maduro ha lanzado 'Factor M', un talent show inédito en la televisión pública venezolana. A diferencia de otros concursos de talento, el premio principal no es ni un cheque millonario ni un contrato con una discográfica, sino la oportunidad de acompañar a Maduro en su campaña electoral cantando.

Este show, que toma su nombre de la inicial de Maduro, cuenta con la participación de 35 concursantes, quienes deberán componer y presentar canciones que hablen sobre la patria, Venezuela y la revolución, abarcando cualquier género musical.

'Factor M' es el último intento de propaganda del chavismo para ganar apoyo de cara a las elecciones del 28 de julio. El principal objetivo es llegar a los jóvenes, una generación que se ha distanciado de las políticas del régimen.

Mientras tanto, en España, aunque no exista un 'Factor X' político, la música juega un papel importante en las campañas electorales. Los partidos políticos suelen crear canciones específicas para sus campañas, con letras personalizadas y adaptaciones de canciones populares. El Partido Popular (PP), por ejemplo, ha mantenido su himno clásico durante 35 años, adaptándolo a los tiempos con versiones merengue y otros géneros.

El PSOE también es conocido por versionar su himno para dar diferentes tonos a sus mítines. Y de himnos a canciones, Ada Colau creó una canción personalizada con autotune que resultó ser un éxito, ayudándola a ganar y mantener la alcaldía.

En las elecciones de 2023 en Barcelona, el PSC utilizó una rumba con un mensaje claro y sencillo: "Collboni es bueno para Barcelona". ERC también optó por una rumba para hablar de libertad, mientras que Junts quiso crear nostalgia recurriendo a utilizar la imagen del candidato en un videoclip.