"La cocaína de los pobres"
Cómo la droga más usada entre los yihadistas convirtió a Siria en un narcoestado bajo el régimen de Al Assad
Beneficios de la venta La producción masiva de Captagón, protegida por el régimen sirio, financió una década de guerra civil, moviendo más dinero que todos los cárteles mexicanos juntos y dejando al país como líder mundial en tráfico de drogas.
La caída del régimen de Bashar al Assad podría marcar el fin de Siria como uno de los principales narcoestados del mundo. Durante años, el país ha sido responsable del 80% de la producción mundial de Captagón, una potente anfetamina que genera enormes ganancias. Este negocio ilícito ha superado los ingresos de todos los cárteles mexicanos juntos, moviendo más dinero que cualquier otro sector del país.
El contrabando de Captagón se ha convertido en una de las principales fuentes de financiamiento para el régimen de Al Assad, dirigido en gran parte por su hermano menor. La producción y el tráfico de esta droga son protegidos por una unidad de élite del ejército sirio, que facilita su distribución desde las fábricas hacia las fronteras y puertos del país. Siria ha sido descrita como un 'narcoestado' debido a la implicación directa de su gobierno en el comercio de esta sustancia.
El Captagón es barato de producir, ya que se mezcla con sustancias legales como la cafeína, lo que lo convierte en una droga accesible y rentable. En Siria, una pastilla de Captagón puede costar tan solo un euro, mientras que en los países del Golfo puede alcanzar los 15 euros. Su adicción es feroz, y es popular tanto en fiestas como entre personas que buscan perder peso o mejorar su concentración.
Esta droga, conocida por ser la preferida de los yihadistas, ha sido utilizada por milicianos de grupos como ISIS, quienes la consumen para mantenerse despiertos y combatir durante días sin descanso. Algunos informes sugieren que Hizbulá también está involucrado en su producción, aunque el grupo lo niega.
Los beneficios de la venta de Captagón han permitido a Al Assad financiar la guerra civil en Siria durante más de una década. En el último año, los países vecinos incautaron más de 3.000 millones de euros en pastillas. A pesar de los esfuerzos por ocultar el contrabando, la droga ha sido encontrada en lugares tan inusuales como rollos de papel y ruedas de carritos de goma.
Un informe británico calculó que los ingresos anuales de Siria por la venta de Captagón alcanzaban los 57.000 millones de euros, una cifra que supera diez veces el presupuesto anual del país.