Un peligro histórico ignorado
Cómo un libro publicado en 1795 ya profetizó un desastre como el sufrido por la DANA
Más de dos siglos después de las advertencias de Cavanilles, el desbordamiento del Barranco del Poyo cuando hay lluvias torrenciales sigue poniendo en riesgo a varias localidades de la provincia de Valencia.
El Barranco del Poyo, que atraviesa varias localidades de la provincia de Valencia, ha sido una fuente constante de desastres desde hace más de dos siglos, según describe el botánico Antonio José de Cavanilles en su obra 'Historia Natural del Reyno de Valencia' de 1795.
En este texto, Cavanilles alertaba sobre los peligros que representaba este barranco, cuyo cauce, aunque seco la mayor parte del tiempo, se convierte en una amenaza cuando se producen avenidas, como ocurrió en 1775, cuando causó devastadoras inundaciones en Chiva, matando a varios vecinos y arrasando edificios.
Más Noticias
-
Israel planea 'evacuar' a más de 400.000 palestinos del norte de Gaza y no les permitirá regresar a sus casas -
¿Puede Trump ir a prisión si es condenado? ¿Podría volver a postularse en 2028? -
Cómo bots indios están sacando rédito en X (Twitter) a la tragedia de Valencia por la DANA -
Ponemos cara a los irresponsables de la gestión de la DANA en Valencia -
Lista de necesidades más urgentes tras la DANA: botas de agua, guantes o productos de limpieza
A pesar de estos antecedentes trágicos, el barranco ha sido ignorado en términos de planificación urbanística, y alrededor de él se han construido numerosos edificios. La tragedia, que actualmente acecha a localidades como Chiva, Alaquás, Cheste y Torrent, no es nueva. Aunque en tiempos de Cavanilles estas localidades no superaban los 300 habitantes, los peligros del barranco eran ya evidentes, pero la falta de medidas preventivas y el crecimiento descontrolado de las zonas aledañas han agravado las consecuencias de las lluvias torrenciales recientes.
Mazón y su equipo
Ponemos cara a los irresponsables de la gestión de la DANA en Valencia
El presidente Carlos Mazón y su equipo quedan en el foco tras una cadena de fallos en la gestión de la emergencia que dejó a 845.371 personas afectadas. Más de una semana después, la población sigue esperando explicaciones.