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La declaración de Lobato acorrala a Pilar Sánchez Acera, cuyo papel en el origen de la filtración es clave

¿Qué implica? La declaración revela que Moncloa ya tenía el documento filtrado antes de su aparición en los medios, lo que sugiere que Pilar Sánchez Acera, jugó un papel clave en la filtración. Eso abre nuevas líneas de investigación sobre cómo el documento llegó al Gobierno y la cadena que podría haber facilitado la filtración.

Este viernes, Juan Lobato ha dado un nuevo giro a la investigación sobre la filtración del correo del abogado de Alberto González Amador. Tras comparecer como testigo ante el Tribunal Supremo, el exlíder del PSOE de Madrid, visiblemente tranquilo, se limitó a declarar que todo lo que decía era "todo contrastado, acreditado", sin hacer declaraciones a la prensa al llegar. Sin embargo, su testimonio, acompañado de la entrega de su teléfono móvil y el acta notarial de sus conversaciones con Pilar Sánchez Acera, ha abierto nuevos frentes en el caso.

El contenido de la conversación entre Lobato y Sánchez Acera ha despejado las dudas sobre el momento de la filtración. En ella, se confirma que Moncloa tenía el documento completo antes de su publicación en los medios de comunicación, como 'El Plural', 'eldiario.es' y 'El País'. La conversación muestra que el 14 de marzo, a las 8:29 horas, Pilar Sánchez Acera le reenvió a Lobato un documento clave para que lo utilizara en su enfrentamiento con Isabel Díaz Ayuso en la Asamblea.

Durante el intercambio, Lobato pregunta en dos ocasiones si el documento ya había sido publicado, a lo que Sánchez Acera le confirma que sí, añadiendo que a la hora en que él interviniera ya estaría disponible. Una hora después de recibirlo, Lobato recibe el enlace con la publicación, con un "ya está" como mensaje.

El testimonio también resuelve la cuestión sobre el documento que Lobato mostró en la Asamblea. A diferencia del archivo que inicialmente le envió Sánchez Acera, que carecía de marca de agua y datos personales, el documento que Lobato enseñó ya contenía la información clave tachada, lo que indica que era una copia del que habían publicado los medios.

Por otro lado, la pregunta sobre cómo llegó el documento a Moncloa sigue sin respuesta clara. Aunque está confirmado que fue Pilar Sánchez Acera quien se lo reenvió a Lobato, la ruta de ese correo hasta llegar a la sede del Gobierno sigue siendo incierta. El correo fue enviado a una dirección genérica de la Fiscalía, lo que significa que más de 30 personas pudieron haber tenido acceso a él. Esto ha complicado la identificación de los responsables de la filtración a nivel de Moncloa.

La declaración de Lobato ha estrechado el cerco sobre Pilar Sánchez Acera, quien, según la acusación popular, debería declarar como investigada. La relación entre Lobato y Sánchez Acera se remonta a sus tiempos en la Asamblea de Madrid, donde coincidieron como diputados. Tras este período, Sánchez Acera se convirtió en la mano derecha de Óscar López, jefe de gabinete de Pedro Sánchez, justo cuando ocurrieron estos intercambios. Actualmente, ella sigue siendo parte del equipo de confianza del presidente, quien podría reemplazar a Lobato al frente del PSOE de Madrid en el futuro.