Alto el fuego en Gaza

Después de 15 meses de guerra en Gaza, no hay ganadores; solo Netanyahu

Los detalles Hamás sale muy debilitado, especialmente tras la muerte de su líder, lo que afecta su estructura y capacidad operativa. Israel también ve deteriorada su imagen internacional, pero el único líder que sigue en el poder es Netanyahu.

Este viernes, el Gobierno de Benjamin Netanyahu ha dado el visto bueno a una tregua que comenzará el domingo. En virtud del acuerdo, Hamás liberará tres rehenes israelíes a cambio de prisioneros palestinos. Además, se permitirá la entrada de ayuda humanitaria en Gaza, lo que genera dudas sobre la posibilidad de evacuar a los 12.000 pacientes que actualmente necesitan salir de la Franja.

Tras 15 meses de conflicto, queda claro que no hay vencedores. Todos los actores involucrados han salido debilitados. Hamás ha perdido a sus líderes más importantes, Yahya Sinwar e Ismail Haniye, y gran parte de Gaza ha quedado en ruinas. Según el Ministerio de Salud de Gaza, más de 47.000 gazatíes han muerto en esta guerra, más del doble que todos los israelíes que han muerto en cualquier conflicto desde la fundación del Estado de Israel.

Por su parte, los aliados de Hamás también han quedado debilitados. Hizbulá, la milicia que operaba en el sur de Líbano, ha sido duramente golpeada por Israel. Siria, que sufrió un cambio de régimen tras la expulsión de Bashar Al Asad, ha visto cómo Israel destruía gran parte de sus arsenales pesados. Irán, el principal apoyo de Hamás, también se encuentra más débil que antes de la guerra, lo que ha reducido la amenaza del denominado 'Eje de la resistencia'.

Sin embargo, Israel también ha sufrido consecuencias. Su reputación internacional ha quedado gravemente afectada, perdiendo el apoyo de varios aliados debido a su respuesta militar en Gaza. Además, el ataque que dio inicio a la guerra demostró las vulnerabilidades del ejército israelí para proteger su territorio. A pesar de los esfuerzos, Israel no ha logrado liberar a los más de 200 rehenes capturados por Hamás.

El principal objetivo de Israel en este conflicto era la destrucción de Hamás, algo que Netanyahu repitió en múltiples ocasiones. Sin embargo, no ha logrado este objetivo, y lo que ha generado es un odio profundo en una generación de gazatíes que recordará el sufrimiento de sus seres queridos. Este odio podría ser la semilla de futuros conflictos.

En medio de la devastación, una figura ha salido beneficiada, aunque a un alto costo: Benjamin Netanyahu. El primer ministro israelí ha logrado mantenerse en el poder, a pesar de las fuertes críticas previas a la guerra, y ha conseguido aumentar su popularidad interna.