La Franja, devastada por las bombas de Israel
Las durísimas condiciones de vida en Gaza: un 64% de hogares pobres y escasez de agua potable y electricidad
A las dificultades de la vida diaria en la Franja bajo el bloqueo israelí, con un altísimo desempleo y apenas unas horas de electricidad al día, se suma la destrucción de los bombardeos.
Tras 11 días de hostilidades, la Franja de Gaza ha vivido este viernes el primer día de treguaentre Israel y Hamás, después de una escalada en la que los bombardeos israelíes han matado a 243 palestinos, mientras que en Israel hay 12 víctimas mortales.
Las condiciones en las que viven los ciudadanos de la Franja no son en absoluto fáciles. Este territorio, que limita al oeste con el Mediterráneo, con Egipto al sur y con Israel al norte y al este, está cercado por unas fronteras prácticamente infranqueables, con vallas metálicas y muros de varios metros de altura que se extienden incluso bajo tierra, como se observa en la recreación tridimensional en el plató de laSexta Clave que puedes ver en el vídeo.
El territorio de Gaza tiene apenas 360 kilómetros cuadrados, poco más de la mitad de la ciudad de Madrid; en coche apenas se tarda una hora y media en recorrerlo de norte a sur. Dos millones de personas viven allí, con una de las densidades de población más altas del mundo.
Casi la mitad de sus habitantes tiene menos de 14 años y la mayoría nunca ha salido de Gaza, sobre todo desde que Israel impuso un bloqueo en el año 2007. Según datos de la ONU, un 64% de los hogares gazatíes son pobres. Además, la tasa de desempleo es altísima: casi la mitad de los ciudadanos en edad de trabajar no tienen empleo.
Además de todo ello, los hogares se enfrentan a graves dificultades diarias: no es fácil conseguir agua potable, ya que el 95% de las aguas subterráneas no son aptas para el consumo humano y el agua del grifo es demasiado salada y no se puede beber.
La luz es otro de los bienes más escasos: los habitantes de Gaza solo disponen de dos o tres horas diarias de electricidad, cuatro a lo sumo, normalmente por la noche. A todas estas dificultades, hay que sumarles además la devastación que dejan las bombas lanzadas por Israel.