1,2 hijos por mujer

España, ante la peor crisis de natalidad de su historia, no está sola: el futuro económico global depende de la natalidad

La situación demográfica de España requiere un enfoque multifacético que contemple tanto el bienestar de las familias como políticas migratorias efectivas. Si no se toman medidas, el futuro del país podría verse comprometido, con un impacto negativo en su economía.

En un discurso de este miércoles, Pedro Sánchez ha subrayado la crítica situación demográfica que enfrenta España, donde miles de mujeres desean ser madres, pero se ven impedidas por la falta de una vivienda adecuada, un empleo estable o un salario digno. "Vamos a intentar trabajar con los grupos parlamentarios para aprobar una nueva ley de familias en esta cámara", afirmó, poniendo de relieve la urgencia de crear un entorno más favorable para la maternidad.

Este fenómeno no es exclusivo de España; es una realidad que afecta a gran parte del mundo. La "guerra demográfica" se libra entre países con poblaciones jóvenes y aquellos que enfrentan un envejecimiento acelerado. Tanto España como China comparten una preocupante tasa de natalidad, que se sitúa en 1,2 hijos por mujer, muy por debajo del nivel de reemplazo generacional de dos hijos. Esta tendencia se extiende por Europa, gran parte de América y Asia Oriental, lo que plantea serios desafíos para el futuro económico y social de estas naciones.

Sin un aumento en los nacimientos, la sostenibilidad de los sistemas económicos se ve amenazada. Con menos población joven, las economías tienden a volverse menos dinámicas y más vulnerables, lo que repercute en la capacidad de mantener pensiones y en la fuerza laboral disponible. A largo plazo, esto también puede influir en la capacidad defensiva de los países, ya que un ejército requiere una base poblacional robusta.

La búsqueda de soluciones es un reto que enfrentan muchas naciones. Países como Rusia, China, Hungría y Suecia han implementado diversas políticas, pero los resultados han sido, en muchos casos, decepcionantes. Las experiencias exitosas parecen limitarse a dos modelos: el coreano y el estadounidense.

Corea del Sur, que posee la tasa de natalidad más baja del mundo (0,8 hijos por mujer), ha conseguido mantener una economía robusta mediante el desarrollo tecnológico. Por otro lado, Estados Unidos, aunque no alcanza el nivel de reemplazo, se beneficia de una alta tasa de inmigración que alimenta su mercado laboral y contribuye a su crecimiento económico.

La situación demográfica de España requiere un enfoque multifacético que contemple tanto el bienestar de las familias como políticas migratorias efectivas. Si no se toman medidas, el futuro del país podría verse comprometido, con un impacto negativo en su economía y su cohesión social.

laSexta/ laSexta/ Programas