El legado de Leonardo Torres Quevedo, "el más prodigioso inventor de su tiempo"

La creatividad y la innovación han sido fundamentales en la historia de España, destacándose varios inventos que han transformado la vida cotidiana y generado importantes beneficios económicos. Entre ellos, el Chupa Chups, creado por Enric Bernat en 1958, que llevó a la venta de la empresa por 400 millones de euros en 2006. La fregona, lanzada en los años 50, logró vender más de 60 millones de unidades y se vendió por 200 millones de euros en los 80. También está la minipimer, un batidor de mano popular en los años 60, que se fusionó con la empresa alemana Braun, actualmente valorada en 405 mil millones de euros. Además, el interruptor de pared, menos conocido, ha llevado a la creación de una empresa que opera en 90 países y emplea a 4.000 personas, demostrando el impacto global de los inventos españoles.

En este contexto de innovaciones, destaca la figura de Leonardo Torres Quevedo, considerado por la prensa francesa como "el más prodigioso inventor de su tiempo", superando incluso a figuras icónicas como Tesla o Edison. Este miércoles se inaugurará una exposición en Bilbao, y la próxima semana otra en Murcia, para celebrar su legado.

Torres Quevedo dejó su impronta en la historia, además de su biografía 'Leonardo Torres Quevedo: su vida, su mundo' escrita por Francisco A. González Redondo, con la invención de un transbordador que se utiliza hoy en día en Niágara. Su diseño innovador de un teleférico garantizaba la seguridad de los pasajeros, algo inédito para la época. Además, desarrolló un dirigible con una estructura flexible, que fue ampliamente utilizado durante la Primera Guerra Mundial por el Reino Unido y Francia.

Entre sus innovaciones, también destaca el telekino, un precursor del control remoto. Con este invento, Torres Quevedo logró controlar diversos dispositivos a distancia, incluyendo dirigibles y barcazas, utilizando ondas de radio.

Finalmente, su contribución a la inteligencia artificial no puede pasarse por alto. Considerado uno de los primeros en concebir la idea de que las máquinas podrían pensar, Torres Quevedo desarrolló el 'ajedrecista', una máquina que podía jugar al ajedrez contra un humano y ganar, sentando las bases de lo que hoy entendemos como inteligencia artificial.