Hasta dos años de cárcel

El mapa del vientre de alquiler en Europa: Italia establece penas, mientras otros países optan por la regulación

A pesar de la reciente ley italiana que penaliza los vientres de alquiler, muchos países europeos, como España, mantienen la prohibición sin sanciones, y otros, como Ucrania y Rusia, permiten su comercialización con restricciones.

La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, ha logrado sacar adelante una de sus principales promesas: declarar los vientres de alquiler como un "delito universal". Con 84 votos a favor, Italia impondrá penas de hasta dos años de cárcel a las personas que recurran a esta práctica, incluso si lo hacen en el extranjero. Aunque los vientres de alquiler ya estaban prohibidos en Italia desde 2004, esta nueva ley extiende la prohibición más allá de las fronteras del país.

La situación en otros países europeos

En España, los vientres de alquiler también están prohibidos por ley. Sin embargo, a diferencia de la nueva normativa italiana, España no penaliza a quienes acuden a esta práctica en otros países. Existen incluso agencias en España que publicitan la compra de bebés en países donde los vientres de alquiler son legales.

En Europa, son pocos los países que permiten esta práctica. Portugal y Grecia lo permiten de manera altruista, aunque en Grecia se contempla una compensación por gastos. Ucrania y Rusia permiten la comercialización de bebés a través de vientres de alquiler, pero con restricciones. En ambos países, los precios pueden partir de 43.000 euros en Ucrania y de 62.900 euros en Rusia, aunque esta opción está reservada solo para nacionales. Además, en ambos países, las parejas homosexuales no pueden acceder a esta opción.

La regulación en el resto del mundo

Fuera de Europa, existen diferentes enfoques sobre los vientres de alquiler. En algunos países es una práctica altruista, en otros está reservada para residentes, y en algunos es completamente abierta y comercial. El país con las leyes más permisivas en este ámbito es Estados Unidos, donde el costo de un bebé a través de vientres de alquiler puede llegar hasta los 200.000 euros.

En Estados Unidos, incluso es posible elegir el sexo del bebé y se ofrecen "paquetes premium" que incluyen diferentes opciones. Las madres gestantes, conocidas allí como "madres sustitutas", aparecen en catálogos, y las agencias aseguran que estas mujeres "no sienten apego por los bebés que llevan dentro". Las webs animan a las mujeres a participar en este proceso con mensajes como "lleva a casa un dinero que cambiará la vida de tu familia", reflejando cómo esta práctica se ha convertido en un verdadero negocio en ese país.

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