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En peligro crítico

Objetivo: salvar a Najin y Fatu, los últimos rinocerontes blancos del norte que quedan en el mundo

El problema es que las dos son hembras, lo que complica su reproducción. Su última esperanza es la ciencia. Te contamos qué opciones se están barajando para evitar la extinción de la especie.

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Najin es uno de los dos últimos rinocerontes blancos del norte que quedan en el mundo. Vive las 24 horas del día protegida por un militar armado para evitar que los cazadores furtivos le disparen y la maten para quitarle los cuernos. El militar se llama Zachary Mutai, a quien Najin lo considera de su familia. Él tiene la esperanza de que la especie no se extinga, pero los números son durísimos: de los 2.000 rinocerontes blancos del norte que había en 1960, sólo quedan dos.

La población de este mamífero se ha ido reduciendo dramáticamente. A comienzos de los 90 ya solo quedaban 25. Años más tarde hubo una pequeña repoblación, pero desde 2004 cada quedan menos. El punto de inflexión fue en 2018, cuando murió el último rinoceronte macho de esta especie. Hoy solo quedan vivas dos hembras, lo que complica mucho su reproducción.

La esperanza que ofrece la ciencia

Las dos hembras de rinoceronte blanco del norte que siguen con vida son Fatu y Najin. La última es demasiado mayor como para que pueda reproducirse, así que los biólogos han extraído ya 14 óvulos de Fatu. Lo mismo hicieron con el último macho antes de su muerte: guardaron su esperma y a día de hoy está custodiado en varios laboratorios del planeta. La solución para la especie es lograr su reproducción asistida.

Aun así, la Universidad de Oxford trabaja en el Rhino Fertility Project. Su objetivo es utilizar tejido de ovarios de rinocerontes blanco del norte hembras ya fallecidas para cultivar una gran cantidad de óvulos y fertilizarlos posteriormente en un laboratorio.

Sin embargo, la ciencia ofrece una esperanza más para esta especie, todavía más revolucionaria. La idea sería extraer células de la piel de los dos rinocerontes blancos del norte que siguen con vida para crear células madre. Una vez conseguido, se usarían para obtener óvulos inmaduros y fertilizarlos de manera artificial. Es un proceso que están investigando en Japón, cuyos científicos aseguras haber criado varios ratones a partir de dos ratones macho.

Estas son las posibilidades que tiene el rinoceronte blanco del norte de sobrevivir, pero Najin y Fatu son ya mayores para que dé tiempo a que tengan descendencia. Tienen 43 y 23 años respectivamente, así que los científicos cruzan los dedos y admiten que ambas tienen problemas de fertilidad. El reloj sigue corriendo y todo está en manos de que alguna de estas posibilidades logre salvar a la especie.

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