Una red de espionaje familiar

Pablo González, espía ruso desde 2010: el oscuro legado familiar que lo vincula al Kremlin

Un oscuro legado familiar y múltiples relaciones internacionales marcan la vida de Pablo González, cuya conexión con el espionaje ruso incluye a su padre, un excientífico soviético, y su madrastra, ahora bajo sospecha.

Pablo González, quien hasta hace dos años colaboraba con laSexta, ha sido identificado como un espía al servicio de Rusia desde al menos 2010. Aunque su madre no tiene ningún vínculo con el espionaje, la historia cambia con su padre, Alexei Rubtsov, un científico soviético que luego se convirtió en directivo de RBC, un conglomerado de medios ruso en el que González también colaboró. Recientes investigaciones afirman que Rubtsov habría utilizado su fachada de periodista para espiar para el Kremlin, siguiendo un patrón que su hijo habría adoptado.

Además, su madrastra, Tatyana Dobrenko, trabajadora de una petrolera, también está bajo sospecha. Una investigación de 'The Guardian' ha revelado que dos mujeres con el mismo número de seguridad social aparecen vinculadas a su identidad, y que una de ellas residió en un edificio del Departamento Central de Inteligencia de Rusia. Este hallazgo sugiere que Dobrenko podría haber sido parte de la red de espionaje rusa.

La vida personal de Pablo González también ha estado profundamente influenciada por su labor para el Kremlin. Se sabe que ha tenido cuatro mujeres en diferentes países, todas con algún vínculo a sus actividades secretas. En España, mantenía una relación estable con una mujer y tres hijos. En Polonia, fue detenido junto a una novia, quien fue rápidamente liberada, aunque también acusada de espionaje.

En Rusia, tenía otra esposa con un hijo, la única que aparentemente conocía su verdadera identidad. Además, mantuvo una relación con la hija de un disidente ruso asesinado, lo que, según fuentes, fue un intento de obtener información clave para sus operaciones.

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