De mal en peor

Rubiales, Villar o Porta: los ejemplos de una historia repleta de irregularidades y corrupción en la RFEF

La Federación Española de Fútbol se ha convertido en una institución de la que ningún presidente logra salir bien. Desde 1975, su historia va de mal en peor. Repasamos cómo han escrito esa historia sus protagonistas.

La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y las personas que la han liderado siempre han estado ligadas a la polémica, un cargo que arrastra un sinfín de situaciones que intentamos recordar a través de la hemeroteca.

El primer presidente elegido de forma democrática en la RFEF fue Pablo Porta. El periodista deportivo Jose María García demostró que Porta usaba a su chófer, que cobraba dinero público, para que le sacase al perro de paseo. Para acrecentar el escándalo, tras sacar al perro, llevaba a la esposa de Porta a la peluquería.

Finalmente, Porta fue acusado de malversación de fondos públicos y de utilizar a la Federación en su propio beneficio. En lugar de retirase con dignidad, se agarró al cargo, obligando al Gobierno de un recién llegado Felipe González a aprobar un Decreto contra Porta. Así lograron echarle de la Federación, impidiendo que se presentase a la reelección tras nueve años de mandato.

Porta se fue pero dejó a su mano derecha, José Luis Roca, que estuvo solo cuatro años. Pero también salió mal. Primero porque se peleó con la prensa desde el principio. Segundo, porque se descubrió que había cobrado unas dietas de forma irregular. Y tercero, porque se quedó solo y por eso decidió no presentarse a la reelección.

En 1988 aparece en escena Ángel María Villar y se mantuvo en el cargo un total de 29 años, hasta que en 2017 fue detenido por la Guardia Civil, en el marco de la Operación Soule. Un operativo anticorrupción ordenado por la Audiencia Nacional que le llevó a Villar a estar 12 días en la cárcel de Soto del Real. Cárcel de la que salió tras pagar una fianza de 300.000 euros. Siete años después, Villar sigue en libertad bajo fianza y a la espera de juicio por el caso Soule.

Tras Villar, llegó Rubiales. Asegurando que iban a cambiar las formas de hacer las cosas en la Federación. La historia ya es conocida también ha terminado mal. El beso a Jenni Hermoso provocó su inhabilitación como presidente y posterior dimisión. Historia que se cierra este miércoles, en su regreso a España, cuando ha sido detenido por la Guardia Civil y posteriormente puesto en libertad.

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