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División en el Gobierno

Las seis llamativas diferencias entre la Ley de Vivienda aprobada por el PSOE y la apoyada por Unidas Podemos

El Congreso ha tumbado la Ley de Vivienda apoyada por Podemos y otras formaciones de izquierdas e impulsada al margen del texto aprobado en el Consejo de Ministros, que sí contó con el beneplácito de PSOE. ¿Cuáles son las importantes diferencias entre ambas leyes?

La vivienda vuelve a tensionar al Gobierno de coalición. El PSOE ha votado contra una Ley de Vivienda que venía apoyada por sus socios de Unidas Podemos. En el último instante, la formación morada ha quitado su firma pero la han apoyado y por eso laSexta Clave ha podido comparar dos leyes de vivienda diferentes impulsadas desde los dos partidos del Gobierno. Estas son las seis diferencias entre ambas.

La primera tiene que ver con la definición de qué es una "zona tensionada", uno de los conceptos que más preocupa a Unidas Podemos. En el anteproyecto del Ministerio de Fomento consideran zona tensionada si el precio del alquiler ha subido durante cinco años más de cinco puntos por encima del IPC autonómico.

En la ley alternativa, la que ha apoyado Unidas Podemos, ERC, Bildu y otros colectivos de izquierdas, para que sea "zona tensionada" les vale con que la subida de precios sea menor: tres puntos sobre el IPC. Pero además incorpora otros indicadores que hacer que ser considerado como "zona tensionada" sea más sencillo.

La segunda diferencia trata sobre cómo actuar con las viviendas vacías. Mientras que en el proyecto del Gobierno se penalizará con un recargo del IBI de hasta el 150% a los propietarios con más de cuatro viviendas vacías, en la otra ley ese recargo sería para quienes tengan cinco o más viviendas vacías y llegaría al 300%.

Tercera diferencia: los grandes tenedores. Para Fomento, un gran tenedor es quien tiene diez o más viviendas. Según la ley alternativa lo eres a partir de cinco. En general, todas sus medidas son más agresivas -o más ambiciosas- contra esos grandes tenedores.

La cuarta diferencia es en lo que se refiere a vivienda social. En la Ley de Vivienda que debería llegar pronto al parlamento, las nuevas urbanizaciones deben destinar el 30% a vivienda social, y en la ley impulsada por los grupos a la izquierda del PSOE, ese porcentaje sube hasta el 50%. La mitad de las nuevas casas.

También hay diferencias sobre la rehabilitación de edificios: el proyecto de Fomento destina a vivienda social un 10%, y en el proyecto alternativo, un 50%.

La última diferencia tiene que ver con dos medidas previstas en la ley de vivienda rechazada. Una de ellas es que las entidades financieras rescatadas tras las crisis financiera devolvieran el dinero público para invertirlo en vivienda pública; y la otra un registro de malos caseros.

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