Los vetos complican las elecciones catalanas: Illa excluye a la ultraderecha en un escenario (todavía) abierto a pactos

El candidato favorito en las encuestas a las elecciones catalanas, Salvador Illa, este lunes en 'El Debat' de laSexta abría la puerta a hablar con todos los partidos, aunque dejó claro que excluía a la ultraderecha. A días del 12M, los vetos entre partidos políticos no hacen más que complicar el panorama electoral.

Con las encuestas apuntando hacia una victoria de Illa, ningún partido quiere quedar comprometido antes de tiempo, ya que los pactos futuros parecen difíciles de predecir dadas las líneas rojas que cada uno ha dibujado. En este contexto, la pregunta sobre posibles alianzas estaba en el aire, pero la respuesta de Illa no resultó tan clara como se esperaba: "Voy a ofrecerme para liderar esta nueva etapa y voy a dar un paso al frente después de estas elecciones".

Aunque Illa había mencionado anteriormente la posibilidad de un tripartito de izquierdas, su exclusión de Junts complicó aún más las negociaciones. Con ERC manteniendo el silencio y los comunes exigiendo claridad sobre las intenciones del candidato del PSC a la Generalitat, el escenario político se torna aún más incierto.

Jessica Albiach, presidenta del grupo parlamentario de En Comú Podem pedía al PSC que se "clarifique de una vez por todas con quién quiere hacer gobierno", ya que hace unos días "decía que una posibilidad es con ERC y con los comunes, pero claro ¿cuál es la otra posiblidad?".

La negativa de Junts a entrar en la ecuación de 'los comuns' dificulta la investidura de Illa, lo que podría llevar a considerar la revalidación de un gobierno independentista. Sin embargo, las tensiones entre los partidos independentistas, especialmente entre Junts y ERC, complican este escenario.

En medio de esta incertidumbre, la CUP hace un llamado a la negociación, aunque su propuesta de pacto parece no encontrar eco entre los comunes. Hasta el momento, el único acuerdo claro es el que une a ERC, los comunes y la CUP para bloquear a la ultraderecha, mientras que el apoyo de los socialistas y Junts aún está en juego.