Operación Kitchen
Pedro J. Ramírez, en Liarla Pardo: “La 'operación Kitchen' es el Watergate de Mariano Rajoy”
El veterano periodista cree que “lo menos malo que le puede pasar” a Mariano Rajoy es acabar “en el oprobio de la historia” como Richard Nixon.
Pedro J. Ramírez, director del diario 'El Español', no anticipa un futuro halagüeño para Mariano Rajoy en la 'operación Kitchen'. Para el veterano periodista, “lo menos malo que le puede pasar” es acabar, al igual que Richard Nixon, “en el oprobio de la historia” en un caso que cree que es su Watergate.
“Rajoy es la 'X'. Era Rajoy para quien robaban, era Rajoy para quien sobornaban al chófer”, asegura Ramírez, que hace paralelismos con lo que fueron los GAL. Muestra dudas sobre su posición procesal en caso de que la Justicia le reclame en la causa.
Asegura el periodista que tanto Bárcenas como su esposa, Rosalía Iglesias, que tenían grabaciones tanto de Javier Arenas como de Mariano Rajoy. Recuerda que la mujer de Bárcenas depositó toda su confianza en el chófer de su marido. “Lo que no podía imaginar es que tenía al topo conduciendo delante el coche”, prosigue.
También cuenta cómo el chófer contó una conversación que mantuvo con Rosalía Iglesias a los periodistas Esteban Urreiztieta y Eduardo Inda. “Pensé que habían puesto micrófonos en la casa, pero fue el chófer el que dio el parte a Villarejo y después él, que era un agente doble o triple, se lo dijo a nuestros periodistas”, cuenta Pedro J. Ramírez.
"Ni Aznar ni Zapatero hicieron nada delictivo"
Pedro J. Ramírez cree que ha habido dos presidentes del Gobierno que “se pusieron la ley por montera” la ley: Felipe González y Mariano Rajoy. “Por lo menos González ganaba elecciones y contribuyó con muchas cosas a la modernización de España. Rajoy sólo dilapidó una mayoría absoluta”, cuestiona.
Por otra parte, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero reciben el elogio del periodista, que cree que ninguno de los dos “hicieron nada delictivo ni permitieron a sus subordinados que lo hicieran”.
“Aznar tenía claro que un gobernante no se podía saltar la legalidad. Zapatero, de manera escrupulosa, siempre -cumplía la legalidad-”, recuerda Pedro J. Ramírez.