Denunciamos varios casos

Alquilar un piso, misión imposible: las surrealistas condiciones que ya se imponen para vivir bajo un techo

La periodista Montse Peinado se hace pasar por una inquilina interesada en el alquiler de una vivienda para poner de manifiesto las complejas (y en muchos casos inasumibles) condiciones que exigen agencias y particulares para validar un alquiler con precios desorbitados.

En nuestra sección 'Denúncialo', hablamos hoy de conseguir un alquiler con condiciones dignas en este país. Porque ya no es solo que cada vez sean más escasos y caros; ahora, además, hay que enfrentarse a un complejo proceso de selección para conseguir una vivienda donde te pueden pedir, entre otras cosas, el pago anticipado de suministros, contratos estables, aval bancario. En definitiva, ya te pueden pedir de todo para poder entrar de alquiler en cualquier piso.

En Más Vale Tarde hemos estado curioseando por diferentes portales inmobiliarios y nos hemos encontrado anuncios de lo más sorprendentes: por ejemplo, el del alquiler de una casa de 53 metros cuadrados y dos dormitorios para cuya firma se pide "imprescindible contrato de trabajo indefinido con más de un año de antigüedad y no encontrarse en ninguna lista de morosidad". Reclaman además de entrada el pago del mes en curso y dos mensualidades más. No es el único.

Para una vivienda de 33 metros cuadrados por 730 euros al mes se solicita "solvencia económica demostrable" y, además, es "indispensable un avalista". Eso sí, las condiciones económicas para entrar son las siguientes: el pago de dos meses de fianza, el del mes en curso y el pago de honorarios por la gestión del alquiler (un mes más IVA). Desde Más Vale Tarde hemos querido ponernos en contacto con uno de los anunciantes haciéndonos pasar por un inquilino interesado en una vivienda lista para alquilar.

Se trata de un alquiler de 66 metros cuadrados que cuenta con tres habitaciones y que cuesta 825 euros al mes. Las condiciones: una duración mínima de dos años en la vivienda, justificar ingresos fijos mensuales superiores a 2.000 euros, aportar un mes de fianza y otro de depósito y una garantía adicional que dependerá de la situación laboral y de los ingresos fijos justificados (remarcan que "aval personal o seguro de impago".

"Cada vez nos lo ponen más difícil, cada vez nosotros lo tenemos que poner más difícil", ha contestado el propietario del inmueble cuando le hemos preguntado por qué solicitan un aval a una persona que cuenta ya con un contrato de trabajo. Pero vamos a otro caso: un estudio de 32 metros cuadrados por 800 euros al mes (ya desde el principio se advierte que se trata de "un contrato de temporada, no de vivienda habitual"). Si esto ya levanta sospechas, cuando uno ve las condiciones acaba por renunciar.

Para este estudio se reclama, solo para reservar, el primer mes de renta de alquiler, dos meses de depósito y fianza de garantía y un cargo de suministros fijo de 140 euros (incluye electricidad, agua y gas) que se pagan junto a la renta. En el mismo anuncio se advierte lo siguiente: "Si vienes como estudiante, debes proveer carta de admisión a la universidad a la que va; si es por trabajo, será necesario demostrar solvencia económica, contrato de trabajo y tres últimos meses de nómina".

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