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Bailes excéntricos, cohetes y muestras de apoyo a la ultraderecha: Elon Musk, un magnate abonado a la polémica

El magnate tecnológico, mano derecha de Donald Trump en su nuevo Gobierno, ha protagonizado todo tipo de polémicas en los últimos meses, llegando a interferir en varios países europeos para favorecer a la extrema derecha.

Este lunes, Donald Trump tomó posesión como presidente de los Estados Unidos. Sin embargo, una parte del protagonismo se la robó Elon Musk. El hombre más rico del mundo hizo estallar la polémica al alzar su brazo derecho al terminar un discurso haciendo un gesto que muchos analistas han identificado como un saludo nazi.

Pero esta no es la primera polémica que protagoniza el tecnomagnate, ya que es un empresario acostumbrado a hacer lo que sea necesario por ser el centro de atención.

Una forma habitual de hacerlo es lanzando al espacio los cohetes de su empresa Space X. De hecho, uno de ellos explotó el pasado jueves tras despegar desde Texas, ocasionando una lluvia de restos sobre el Caribe que causó desvíos de ruta, retrasos y cancelaciones en los vuelos que operaban en la zona.

También le gusta mostrar sus excentricidades con Tesla, su empresa de automóviles. Musk ha querido que sus vehículos eléctricos sean los más llamativos del mercado, y para ello ha recurrido a instalar en ellos todo tipo de extras, entre ellos una bocina que permite reproducir hacia el exterior el sonido de una flatulencia.

Pero las mayores polémicas de Elon Musk se han dado en el ámbito de la política. En los últimos meses, el magnate ha querido influir en varios países europeos. Ha mostrado su apoyo a Alternativa por Alemania, la formación de extrema derecha del país germano que ha tenido incluso vínculos con el nazismo.

También intentó influir en la política italiana. Cuando un juez declaró como ilegal la medida de Giorgia Meloni de abrir una cárcel para migrantes en Albania, el empresario pidió públicamente el cese de este magistrado y de parte de los mandos judiciales del país transalpino.

Todas estas polémicas han provocado un fuerte rechazo por parte de políticos, empresas y medios de comunicación. Muchos de ellos han anunciado este martes que abandonarán la red social X, antes conocida como Twitter, a modo de protesta.