No tenían orden judicial
La defensa de la casa a la que entró la Policía por la fuerza: "No hubo flagrancia, urgencia ni necesidad"
Los policías que han declarado como querellados han insistido en la legalidad de su acción, sin mostrar arrepentimiento en lo que el inquilino considera allanamiento de morada.
El Juzgado de Instrucción número 28 de Madrid ha tomado declaración este viernes como querellados a seis policías nacionales que el 21 de marzo entraron con un ariete en un piso de la calle Lagasca de Madrid tras negarse a abrirles las personas que celebraban una fiesta en el interior, algo prohibido por las restricciones de la pandemia.
Por ello, Juan Gonzalo Ospina, abogado defensor del inquilino de la vivienda madrileña en la que entró la Policía a la fuerza, ha estado en Más Vale Tarde con Iñaki López y Cristina Pardo para explicar su postura."Defendemos en la querella que, cuando se les denunció por un delito de desobediencia, no había un delito. Se había vulnerado su intimidad, su derecho fundamental a la inviolabilidad del domicilio y entendíamos que eso era una actitud reprochable por el Código Penal", ha explicado.
"Sólo podían entrar con una orden que no solicitaron"
El letrado ha recordado que "no se puede entrar en una vivienda si no se da una circunstancia de flagrancia, urgencia y necesidad".
"Ninguna de estas tres circunstancias ocurrían, por lo tanto sólo se podía entrar al domicilio con una orden del juez, la cual no fue solicitada", ha añadido.
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Los policías que han declarado como querellados por entrar a la fuerza en un piso de Madrid en el que se celebraba una fiesta en plena pandemia han ratificado la legalidad de su intervención ante un delito, sin mostrar arrepentimiento en una actuación que el inquilino considera allanamiento de morada.