LAS RESIDENCIAS, GOLPEADAS POR LA PANDEMIA
La hija de una anciana fallecida en una residencia denuncia que le ocultaron información: "Me han mentido"
Almudena sostiene que el centro le envió un vídeo la víspera de morir su madre que en realidad se grabó mucho antes: "Se ve perfectamente que mi madre está tosiendo, dice que le duele el estómago, va a vomitar y giran la cámara".
Francisca falleció a finales de marzo en la residencia de ancianos en la que estaba interna en Griñón, Madrid. Su hija, Almudena Álvaro, denuncia en Más Vale Tarde que el centro le ocultó información sobre su estado de salud y que en ningún momento fue llevada al hospital. Desde la residencia sostienen que eran los hospitales los que denegaban los traslados.
Según relata Almudena, el 22 de marzo fue informada por primera vez de que su madre presentaba una insuficiencia respiratoria, pero no fue ingresada. "Tengo un documento en el que explican que llaman al Hospital de Parla y la doctora dice que no la pueden trasladar y le pautan una medicación, pero no la llevan", explica.
Días antes, había pedido sacar a su madre de la residencia y llevársela a casa, sobre el 15 de marzo, pero el centro no se lo permitió. "Nos han estado diciendo que mi madre estaba bien hasta el día 21, el día 22 ya nos dicen que está muy mal, pero hasta el 21 nos dicen que está muy bien", reprocha.
El 25 de marzo, cuando ya le habían administrado morfina y tan solo unas horas antes de que falleciera, Almudena consiguió que le enviaran un vídeo de su madre, tras días intentándolo. Sin embargo, está convencida de que este "está grabado por lo menos 10 días antes". "Me han mentido, en ese vídeo se ve perfectamente que mi madre está tosiendo, dice que le duele el estómago, va a vomitar y giran la cámara", denuncia.
"Cuando yo quería traerme a mi madre a casa ya estaba enferma", sostiene Almudena, que cree que desde el principio el centro la tuvo engañada y lamenta que no la informaran "de que hay hospitales privados que tienen las UCI libres y que no se han utilizado". "Aquí se ve que lo primero que nos importa es el dinero, los abuelos y los ancianos no nos importan para nada", asevera.
La afectada, que explica que en la residencia en cuestión solo había un médico para atender a 152 ancianos, sostiene que las explicaciones que ha recibido por parte del centro "son todo mentiras" y explica que le niegan que su madre falleciera por coronavirus, a pesar de que en un documento consta que estaba aislada y que el personal la atendía con EPIs.
Por todo ello, denuncia la "falta de información" que han recibido las familias de los mayores. "Llamabas y siempre estaban bien", lamenta.