Cae 'el Taca' y su grupo de butroneros: entre los cuatro detenidos suman 150 delitos

Llegan en coches de alta gama sustraídos y usando la fuerza entran así a robar. Están especializados, por eso van perfectamente equipados y coordinados.

De nada les ha servido esconderse detrás de las gorras, porque hoy han caído cuatro conocidos butroneros, con un amplio historial delictivo.

Entre ellos se encuentra 'El Taca' y 'El Moha'. Al primero de ellos, a El Taca", a sus 41 años se le conoce como "el rey de la lanza térmica". Las usa en sus robos para sustraer el dinero de las cajas fuertes. Con él ha conseguido un patrimonio inmobiliario de más de un millón de euros.

Sus nombres ya figuraban en los archivos policiales desde hace casi 20 años. Varios de los detenidos estaban relacionados con el Niño Sáez, que a sus 36 años era uno de los aluniceros y criminales más peligrosos de nuestro país.

Pero el 14 de mayo de 2017 le asesinaron en plena calle, con tres tiros a quemarropa. Hasta ese momento, entre persecuciones y huidas, llegó a ser detenido 40 veces y se le imputaron hasta 70 delitos.

Entre los cuatro hombres que han sido detenidos suman 150 antecedentes policiales, principalmente por robos con fuerza. Estaban afincados en Madrid, pero se desplazaban hasta Cataluña para actuar, donde en el último año se les atribuyen nueve robos principalmente en empresas como estas, con los que han obtenido un botín de 15.000.

Usaban tanto coches como lanzas térmicas para acceder al interior. Si no funciona, directamente usaban la fuerza para reventar el cristal.

Intentaban no ser identificados. Duplicaban las matrículas de coches del mismo modelo para que no diesen con ellos, pero estas imágenes les han delatado. Son de un peaje y él, su conductor, es uno de los detenidos, que se enfrentan a nueve delitos de robo con fuerza en establecimientos, pertenencia a grupo criminal organizado y falsedad documental.

Eran tan conocidos y les han pisado tantas veces los talones que ni si quiera ha hecho falta ir a detenerles, si no que la policía les requirió y ellos mismos fueron hasta la comisaría, donde sabían que iban a ser detenidos, porque una vez más le han pillado.