Tenía ocho años
El padrastro de Naiara, sobre las imágenes de las humillaciones y torturas a la menor antes de morir: "Pensé que era una broma pesada"
El tío político de la menor la torturó durante cuatro horas mientras el resto de su familia política se encontraba en casa. Ahora, ha reconocido en el juicio que lo que desató su ira fue su "preocupación" por la educación de la niña.
Naiara fue torturada hasta la muerte cuando tan solo tenía ocho años por el hermano de su padrastro. Iván Pardo, tío político de la niña, tenía toda clase de instrumentos de tortura que utilizó contra la pequeña durante al menos cuatro horas.
Sin embargo, en la casa donde Naiara acabó falleciendo no se encontraba solo Iván Pardo. La madre del acusado y su hermano, padrastro de la menor, también están imputados. Pero además allí se encontraban dos primas políticas de la pequeña.
El acusado registró múltiples fotografías en su teléfono de las torturas a las que sometió a la menor. De hecho, en una de ellas se puede ver a Naiara arrodillada sobre unas piedras.
En otra de las imágenes se ve a la pequeña con la cara demacrada y unas orejas de burro. Una imagen que vio su propio padrastro y que afirma habérsela tomado "como una broma pesada": "Mi madre me ha criado a mí, ha criado a mis sobrinas... yo no me iba a creer que esto iba a acabar como ha acabado".
La acusación pide prisión permanente revisable para él, mientras que la defensa atribuye la muerte de la pequeña a "un arrebato" por el estrés producido en el trabajo. Además, ha dicho, se sentía muy preocupado por su educación. "Era una chica intligente, pero no le gustaba mucho estudiar. No era de prestar atención y yo quería mirar por su futuro".
De hecho, en el juicio el acusado ha explicado que ese día le dijo a Naiara que "no se iba a dormir" hasta que no terminara los ejercicios. Una excusa que utilizaba para dejarla noches enteras sin dormir.
Iván Pardo ha afirmado que no planeó matar a Naiara: "Fue al preguntarle que si tenía los deberes hechos y decirme que no...". Entonces comenzaron las torturas: arrodillarse sobre piedras, descargas eléctricas con una raqueta y latigazos con un cinturón en las plantas de los pies durante al menos cuatro horas.
"Cuando comprobé que estaba inconsciente le di un par de bofetadas a ver si se recuperaba. La llevé al baño, me pasaron el amoniaco y le puse el tapón cerca para ver si respondía", ha explicado.
Sin embargo, asegura que es el único culpable de la muerte de la pequeña. Una versión que han mantenido su madre y su hermano. Aun así, nadie llamó a emergencias para atender a la pequeña.