SANIDAD ADVIERTE DE LOS POSIBLES RIESGOS

El caso de difteria en Olot reabre el debate sobre la necesidad de vacunar

La reaparición de la difteria casi 30 años después de estar erradicada ha puesto encima de la mesa la necesidad de vacunar. El ministro Alonso considera "irresponsable" que algunos padres no quieran vacunar a sus hijos. El 90% de los niños sí que está inmunizado.

Aún se investiga cómo y dónde el niño de seis años contrajo la bacteria. Y mientras, todo su entorno se encuentra bajo vigilancia. En el colegio donde acude el pequeño. Los padres han sido informados por la dirección y un grupo de médicos sobre la difteria y están realizando pruebas a quiénes lo solicitan, pero en general reina la tranquilidad.

La consellería está revisando los calendarios de vacunación de los compañeros y administrando dosis a quién no las haya recibido o les faltara alguna toma. La familia y todo el entorno del pequeño han sido revacunados para garantizar su protección. Boi Ruiz, Coseller de Salut: "No hay riesgo para la población".

El pequeño sigue en cuidados intensivos y su estado es grave, los médicos le están tratando con una antitoxina que el Ministerio de Sanidad estuvo buscado por medio mundo. Lanzó una alerta internacional y fue en Rusia dónde encontraron la respuesta. "Ayer por la noche enviaron más suero por si hacen falta más dosis y para tener una reserva", explica el Ministro de sanidad, Alfonso Alonso.

En España y en el resto de Europa la Difteria es una enfermedad muy rara, de hecho han pasado 28 años del último caso en nuestro país. Los primeros síntomas se parecen mucho a un cuadro de anginas. Afecta al sistema respiratorio y se contagia a través de la tos o los estornudos.

Puede provocar asfixia y la bacteria produce una toxina que afecta a otros órganos como el riñón, el corazón o el cerebro. De ahí la necesidad de tratar al pequeño con la antitoxina que ha sido tan difícil de encontrar.

El calendario de vacunación español incluye la inmunización contra la difteria a los dos, cuatro, seis y 18 meses. entre los cuatro y seis años y a los 16 como refuerzo.

La tasa de vacunación en niños supera el 90%  pero en este caso los padres no habían vacunado al pequeño. Aquí se abre la polémica de los que están a favor y en contra de las vacunas. Algunos padres e incluso doctores aportan información sobre los posibles efectos secundarios y animan a no vacunar.

Vacunar es una recomendación por lo que los padres pueden decidir no vacunar a sus hijos sin que por ello incumplan la normativa estatal al respecto, aunque un juez puede obligar a hacerlo en caso de riesgo para la salud pública.

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